R.V. Tikanaren – René Behoteguy Chávez llegó a Canarias en el año 2007. Vino procedente de Bolivia, en plena etapa de cambio del país latinoamericano. Afirma que lleva en los movimientos sociales “desde siempre”. Esa larga trayectoria en la militancia pese a sus cortos 35 años, le llevó a interesarse en el proyecto de Intersindical Canaria. Nuestro entrevistado es acogedor, cercano y rara vez levanta la voz, salvo para hablar de las artimañas del capital. Se nota que le apasiona el tema y dedica buena parte de su vida a cambiar este mundo injusto. Departir con René es agradable e ilustrativo. Canarias es un país que acoge a más de 180 nacionalidades. Sin embargo muchas veces viven desligados de lo que supone vivir aquí y defender esta tierra. Casos como los de René, suponen una agradable excepción y se ha convertido por propio mérito en un sindicalista canario, luchador como el que más...
R.V.: Dejaste un país socialista emergente, para venir a Canarias, una colonia española del Norte de África, el segundo lugar con más paro de lo que llaman “Europa” y con una alta precariedad social. ¿Loco, valiente o cuál fue el motivo de este viaje solo de ida a nuestro Archipiélago?
René:Bueno, la historia es larga, pero tiene que ver con que las desigualdades y el saqueo Norte-Sur hacen que en Bolivia mi hija, que tiene un problema de salud, no encuentre suficientes alternativas médicas, por lo cual decidimos, junto a mi compañera, radicarnos en el Estado español, en un primer momento trabajando en el consulado de Bolivia en Madrid y luego aquí en Gran Canaria a partir de una posibilidad de trabajo y de la empatía que sentimos con las personas que pudimos conocer en la isla. De ahí en más toca sumarnos a las luchas del pueblo canario, que finalmente son la misma y una sola con las de todos los pueblos del mundo por la autodeterminación y la justicia, contra la dictadura global del capital.
R.V.: Bolivia, como toda América Latina, tiene una historia paralela a la de Canarias. Padecimos una colonización violenta y aculturadora. Bolivia se liberó del yugo colonial y Canarias todavía no lo ha hecho. Pero a pesar de la Independencia, varios países latinoamericanos seguían sometidos a la opresión económica foránea. ¿Cuál es la Bolivia que tú recuerdas de niño?
René: Bueno, yo haría una matización importante a la pregunta, puesto que si bien Bolivia logra la independencia formal en 1825, tras una larga guerra de independencia de 16 años, en lo fundamental, las estructuras del régimen colonial no varían. Esto porque, por una parte, se mantiene un fuerte “colonialismo interno” donde simplemente las élites criollas herederas de los españoles, toman su lugar en la pirámide social y mantienen a las mayorías indígenas y mestizas oprimidas, generando una sociedad en que las clases sociales se asignan en razón a pertenencias étnicas. Por otra parte se mantiene también la estructura del “colonialismo externo” porque las élites oligárquicas mantienen el esquema de monoproducción, expolio y saqueo del país simplemente cambiando de patrones, que dejan de ser los representantes de la Corona de Castilla, para pasar a ser los capitalismos emergentes, primero en Inglaterra y ya posteriormente en el siglo XX los Estados Unidos de Norteamérica. Esto se mantiene hasta nuestros días, a tal grado que una de las líneas de actuación políticas más importantes que el movimiento indígena y los movimientos sociales ha encargado al gobierno de Evo Morales es la “descolonización de la sociedad boliviana”. Yendo a tu pregunta, pues la Bolivia de mi infancia se caracterizó por la contradicción entre un país de una enorme diversidad y riqueza cultural y natural (36 culturas distintas en un amplio ecosistema que va desde la selva tropical a las montañas andinas) pero, contradictoriamente, el país más empobrecido de Latinoamérica después de Haití, con estructuras de profundo racismo y exclusión hacia la mayoría indígena y en extremo dependiente de los designios externos. En este sentido, sirva la reflección (aterrizando en la realidad canaria) para darnos cuenta que el proceso de descolonización es mucho más complejo que plantar una bandera y cantar un himno, y en realidad solamente es posible si es atravesado por un cambio profundo de les estructuras sociales, políticas, económica y culturales que generan desigualdad y dependencia colonialy que, al igual que en Bolivia, las élites oligárquicas Canarias han pactado con la metrópoli colonial y con el gran capital.
R.V.: Uno cuando es joven es cuando forja su espíritu y normalmente es en esa etapa solemos ser más contestatarios. ¿Cómo entras en los movimientos políticos y sociales?
René: Bueno, en un país como Bolivia, la vida política y social es y ha sido siempre muy agitada, de hecho yo a los 4 años ya tuve la experiencia, a causa de la militancia de mis padres, de vivir el exilio en México provocado por las dictaduras fascistas que Estados Unidos impuso en Bolivia y el resto del continente para preservar sus intereses. Así que el implicarme en las luchas sociales y políticas es algo que me viene de siempre.
R.V.: “No sabes quién es el muerto, soldadito bolivianoel muerto es el Che Guevara, y era argentino y cubano y era argentino y cubano, soldadito de Bolivia y era argentino y cubano”. El Ché Guevara fue una influencia libertaria para toda América Latina, pero tuvo una especial relación con Bolivia, pues fue en ese país donde fue asesinado. ¿Cómo se presenta el guerrillero rosarino en el imaginario social boliviano?
René: Mira, el día que Evo Morales jura como presidente, inicia su discurso diciendo claramente que “esta es la continuación de la lucha del Che Guevara”. No hay que olvidar que junto al Che, la mayor parte de los guerrilleros que lucharon y murieron en Ñancaguazú, eran bolivianos. En este sentido es importante recordar que, si bien la guerrilla es desarticulada y el Che muere asesinado por ordenes de la CIA en la escuela de La Higuera, este suceso histórico, que se genera como primera secuela la masacre de los mineros que habían manifestado abiertamente su apoyo al Che, va ha ir calando de a poco en la conciencia de los campesinos e indígenas y va ha ser fundamental para que se rompa el pacto militar-campesino y en su lugar se de el pacto Minero-Campesino que fue fundamental para lograr, en primer término el retorno de Bolivia a la democracia en 1980 y el resurgimiento de la unidad en el movimiento social popular que derroto a Sánchez de Lozada en la guerra de el gas de 2003 y la ascensión al poder de dicho movimiento a la cabeza de Evo Morales. Resumiendo, la figura del Che y su trágica muerte en Bolivia, constituyeron un importante punto de inflexión hacia la toma de conciencia de los sectores sociales hacia su unificación y fortalecimiento con la perspectiva histórica de derrotar al capital y al imperialismo, proceso que en Bolivia sigue en marcha y para el cual, la estrella del Che sigue iluminando la lucha de nuestros pueblos.
"Las victorias electorales de Evo Morales, no hubieran sido posibles sin que primero se derrote al neoliberalismo y a los agentes del colonialismo explotador en la calle con la lucha y la movilización"
R.V.: Pero Bolivia encuentra a su propio revolucionario, que ni siquiera está personalizado, sino que engloba a todo el pueblo boliviano luchador. El 22 de enero de 2006, llega al poder Evo Morales y se abre un periodo de libertad en Bolivia. ¿Cómo fue la transición hasta la victoria en las elecciones?
René: Algo fundamental de entender en el proceso boliviano es que lo que está sucediendo en Bolivia es producto de dos luchas históricas que se entrelazan, la primera es la historia larga de la resistencia del movimiento indígena contra el estado colonial, lucha que tiene un componente cotidiano que pasa por la resistencia cultural de las naciones indígenas que han resistido, en la práctica, a la generalización del pensamiento colonial y a través de la acumulación histórica de estructuras de resistencia y poder popular. A esto hay que sumarle aunque van juntas y se entrelazan, la historia corta de la lucha que comienza en 1986 contra la implementación del modelo neoliberal que empobreció y destruyó la base productiva del Estado boliviano y que tiene hitos fundamentales en la lucha contra las privatizaciones y por el control del pueblo sobre los recursos naturales. En este sentido, las sucesivas victorias electorales que ha tenido Evo Morales en los últimos tiempos, no hubieran sido posibles sin que primero se derrote al neoliberalismo y a los agentes del colonialismo explotador en la calle con la lucha y la movilización. En este sentido Evo no tiene un “cheque en blanco” a pesar de haber ganado la última elección con algo más del 63% de los votos, sino el mandato expreso de los movimientos sociales de “gobernar obedeciendo”.
R.V.: Son conocidas las reformas sociales en el país sudamericano. ¿Podemos hablar de una auténtica Revolución?
René:En Bolivia y en el resto de los países en que las luchas sociales han emergido en la última década (Venezuela, Ecuador o Nicaragua) si bien el pueblo ha logrado arrebatarle primero en la calle y luego en las urnas, el poder político a las élites oligárquicas, estas siguen detentando (en representación del verdadero poder que es de las multinacionales) el poder económico. En este sentido si bien el proceso de cambio en Bolivia se ha venido a denominar como “Revolución Democrática y Cultural”, todavía no se ha dado un cambio estructural que permita hablar de una revolución en el sentido, por ejemplo, de la revolución cubana en que si se expropió a las élites y al capital transformando la base sobre la cual estaba construida esta sociedad. No obstante en Bolivia, al igual que en Venezuela o Ecuador, el pueblo organizado viene empujando a los gobernantes para que aceleren los cambios que generen una verdadera situación revolucionaria que cuestione de fondo las estructuras del capital. Desde este punto de vista podríamos decir que Latinoamérica vive un proceso de transición hacia posiciones revolucionarias, en las que se avanza y retrocede en los procesos a medida que los pueblos son los verdaderos protagonistas de los cambios y van retando a sus dirigentes a ir cada vez más lejos.
R.V.: Noam Chomsky cuando es cuestionado sobre el acoso mediático a Fidel Castro, comenta que lo que molesta es el “ejemplo”. ¿Sucede de igual manera en el caso de Evo Morales?
René: Bueno, queda claro que el manejo mediático que se hace desde los medios que sirven al régimen financiero que gobierna el mundo, tienden a conducirse de manera similar respecto a Bolivia que a Venezuela o Cuba. En los tres casos pueden verse algunas pautas comunes, se ocultan los avances, no se dice que en Bolivia se erradicó el analfabetismo o que Venezuela tiene a la fecha menor índice de pobreza que Canarias. Se centra la noticia en los dirigentes de los procesos invisibilizando el tejido social que los soporta, poco o nada se dice de las estructuras de poder popular que deciden el día a día de lo que pasa Cuba como poco se dice de la incidencia de las organizaciones sociales en las cosas que se deciden en Bolivia. Se utiliza mucho también el descontextualizar el discurso de los líderes de los procesos y emitir comentarios desde el más puro racista y sesgado eurocentrismo. Creo en definitiva que lo que más teme el poder es que los pueblos del mundo se den cuenta que el tema no son Evo, Chávez o Fidel, sino que hay pueblos que han tomado la opción de gobernarse a si mismos y para ello se han tomado las calles y las instituciones desplazando a las castas políticas tradicionales. Eso si que les aterra.
R.V.: Centrémonos ahora en el Archipiélago. Llegas a Canarias y ¿cuál es la primera impresión que te da?
René: Algo que me llamó poderosamente la atención al llegar a Canarias es la similitud histórica, cultural y social con América Latina. Desde un punto de vista del más puro análisis desapasionado, Canarias mantiene claramente una estructura colonial. Se puede ver en su economía pensada para afuera y nunca en beneficio de la población canaria, basada en sucesivos ciclos de monoproducción (caña de azúcar, vino, cochinilla, plátano, tomate y turismo) destinados fundamentalmente a la generación de un excedente económico que no está en manos de los isleños sino de capitales externos y una pequeña élite oligárquica local subsidiaria y subsidiada por este capital. A esto se suma un profundo colonialismo cultural que impulsa al pueblo a desear “ser europeo” y anular en su construcción identitaria las otra vertientes tal es el caso de la herencia Amazigh prehispánica, la derivada de la emigración a Latinoamérica o la de la diversidad proveniente de la inmigración actual. En síntesis, una economía que fomenta el expolio y la dependencia (en Canarias a penas el 10% de lo que se consume es producido en el Archipiélago) y una política social y cultural que cercena la identidad con el objetivo de que el pueblo canario genere un sentimiento de culpa e inferioridad que lo haga justificar su propia opresión.
"Me llamó poderosamente la atención al llegar a Canarias es la similitud histórica, cultural y social con América Latina. Desde un punto de vista del más puro análisis desapasionado, Canarias mantiene claramente una estructura colonial"
R.V.: ¿Cómo llegas a enrolarte en Intersindical Canaria?
René: Bueno, el tema es que si en Gran Canaria, te mueves en temas relacionados con el internacionalismo y la solidaridad, con las luchas revolucionarias de los pueblos, con los derechos de los inmigrantes, con la libertad del pueblo palestino o el saharaui, es directamente imposible no coincidir en la organización de actividades con Lucy Rodríguez o Antonio Sardá, porque además de ser connotados dirigentes de Intersindical Canaria, están presentes en casi cualquier cosa que se mueva en Canarias y conlleve compromiso con la justicia social. Es así que en principio me invitaron a coordinar un número especial de la revista El Terrero sobre América Latina, y la afinidad personal, política e ideológica permitió ampliar mi participación en el sindicato en temas de comunicación. En todo caso y, admitiendo falencias y contradicciones propias de cualquier organización, considero que Intersindical Canaria es, en este momento, la herramienta más pulida y contundente que tienen los trabajadores canarios para defenderse de la avanzada de políticas contra sus intereses, por lo que considero fundamental y estratégico preservar y hacer crecer este instrumento de lucha.
"Intersindical Canaria es, en este momento, la herramienta más pulida y contundente que tienen los trabajadores canarios para defenderse de la avanzada de políticas contra sus intereses"
R.V.: Canarias sufre un paro del 30%, precariedad social, fracaso escolar, etc. Cualquier historiador colocaría a nuestro país en una situación “prerrevolucionaria”. ¿Por qué seguimos aguantando las desigualdades sociales?
René: En Canarias a partir de la supuestamente modélica transición política que comienza con la muerte del dictador, se ha operado desde el Estado y en abierta complicidad con las élites locales un doble proceso que incide en la enorme desmovilización social. Por un lado se ha trabajado en la pérdida de conciencia de clase, el consumo voraz ocasionado por el boom del trinomio turismo-ladrillo-especulación, ha calado hondo en que la clase trabajadora canaria no quiera considerarse “obrera” y tienda a creer que el tener un piso en hipoteca a 40 años, un empleo precario en el sur de la isla y un coche nuevo a pagar en cuotas, lo convierten en clase media acomodada, por tanto su “aporte a la sociedad” pasa por dinamizar el consumo comprando chorradas que no necesita y pulverizando su espíritu crítico. Por descontado está decir que la labor de los sindicatos desclasados CCOO y UGT que se han vendido a los trabajadores como empresas de gestoría laboral que evitan en lo posible el conflicto y se asemejan más a empresas de seguro que a organizaciones obreras, han ayudado en gran medida a ello. Paralelamente, pero no menos importante, el proceso de inserción de Canarias en Europa, ha conllevado también un proceso de minar la conciencia identitaria del pueblo canario, relacionando Europa, en el imaginario del pueblo con la prosperidad, el futuro y el progreso, y relacionando todo “lo canario” y sobretodo aquello que en los canarios es cercano a América Latina y África con pasado, retraso, pobreza e ignorancia. Claro, ahora que, con la crisis global del capital, han caído los velos, mostrando la verdad lacerante de que, Canarias en Europa es ultraperiférica en todos los aspectos y que es vista solamente como un enorme chiringuito vacacional para jubilados centro y nor-europeos. Sumado a la profunda erosión del frágil modelo de desarrollo colonial; el grueso de la población canaria que, al parecer se había creído el cuento, está asumiendo la crisis como una pesadilla de la que en algún momento tiene que despertarse o como un temporal que deberá pasarse en algún momento. Fíjate que son comunes frases como “cuando la crisis se pase”. El tema es que esta lluvia no va a pasar, y nadie va a despertarnos con un beso de la pesadilla, aunque en época electoral afloren por todas partes los supuestos príncipes azules. Así que toca a los sectores más concientes una enorme labor pedagógica de explicar lo qué ha pasado y llevarnos a la conciencia de que esto solamente se resuelve en la calle y movilizándonos contra el poder.
"La crisis solamente se resuelve en la calle y movilizándonos contra el poder."
R.V.: Sin embargo los sindicatos de clase canarios, especialmente Intersindical Canaria y el Sindicato Obrero Canario, se han erigido como las fuerzas más críticas y consecuentes con esta situación. ¿Qué se sancocha desde dentro del sindicato?
René: Algo que Intersindical Canaria, a esta altura tiene meridianamente claro es que en estos momentos pactar con el poder implica rendirse y traicionar a la clase trabajadora, por lo que toca plantearse un sindicalismo de lucha obrera y de movilización constante, tratando de abarcar sectores que tradicionalmente el sindicalismo no cubre. Quiero decir que no tiene sentido limitar la lucha a las empresas cuando en Canarias, por ejemplo, la mitad de los jóvenes no tienen trabajo. Es así que se ha decidido llevar la lucha y la reflexión a los barrios tratando de agitar la movilización en los sectores marginados (parados, mujeres, inmigrantes, jóvenes, etc.). En este sentido la unidad de los sectores concientes contra el capital no tiene sentido desde la cúpula sino desde la base que es donde más trabajo se necesita.
"Es imposible pensar en una “burguesía nacional canaria” porque, y en esto Canarias es muy distinta a Euzkal Herria o Cataluña, su oligarquía es más feudal-caciquil que emprendedora capitalista y nunca permitirá romper el pacto colonial."
R.V.: Hablábamos de Bolivia y su lucha por la soberanía nacional, que desde luego no llegó con la independencia. Atendiendo a la experiencia latinoamericana, ¿le queda mucho a Canarias para conseguir ser un país soberano?
René: Es difícil saberlo aunque lo que si te digo es que los proceso históricos en el mundo son hoy mucho más acelerados que en el pasado, en todo caso y volviendo al principio de la entrevista, diría que quienes luchan por la independencia de Canarias, deben tener muy claro que, en las condiciones actuales, esta solamente es viable, si incorpora un proceso de profunda transformación de la estructura económica, política y social del archipiélago. Entre otras cosas porque la estructura económica está diseñada para preservar el esquema colonial, y porque la élite canaria, incluyendo desde luego a Coalición Canaria, está muy cómoda con el esquema colonial porque es subsidiaria y está subsidiada por este. Esto hace imposible pensar en el surgimiento de una “burguesía nacional canaria” porque, y en esto Canarias es muy distinta a Euzkal Herria o Cataluña, su oligarquía es más feudal-caciquil que emprendedora capitalista y nunca permitirá romper el pacto colonial. Por ello, ser independentista en Canarias (si se quiere ser coherente) implica comprometerse con una revolución social anticapitalista. De igual manera, en los sectores de la izquierda no independentista debería, al menos por rigor en el análisis, entenderse que es imposible comprender la realidad canaria y plantearse políticas de futuro, pasando por alto la estructura colonial de la economía y la sociedad canaria y el conflicto nacional e identitario que esta comporta. Es por eso que lo que debería comprenderse es que: Canarias solamente será libre si es socialista, y solamente será socialista si es libre.
"En la izquierda no independentista debería, al menos por rigor en el análisis, entenderse que es imposible comprender la realidad canaria y plantearse políticas de futuro, pasando por alto la estructura colonial de la economía y la sociedad canaria y el conflicto nacional e identitario que esta comporta."
R.V.: Manifestaciones nacionales por la Independencia, luego más específicamente por la Independencia y el Socialismo, emisiones del Documento Nacional Canario, políticas municipales fuertes en lugares como Santa Lucía de Tirajana o La Orotava. Viéndolo desde la óptica de un sindicalista, ¿se están dando los pasos adecuados para presionar por la Independencia? ¿qué más medidas propones llevar a cabo?
René: En Canarias se manifiesta una profunda contradicción. Porque si bien el pueblo mayoritariamente se siente o solamente canario o al menos más canario que español, una gran mayoría ve inviable el proyecto independentista. En este sentido y creo que lo he repetido un par de veces a lo largo de la entrevista, la principal labor de los que quieren la independencia de Canarias debe ser pedagógica y en dos sentidos. Uno orientado a la reconstrucción de la identidad canaria, en el sentido de descolonizar las mentes. Rompiendo el mito que prevalece aún en personas del bloque nacionalista, que relaciona la cultura europea y norteamericana con el progreso y la superioridad, etiquetando y atacando las raíces culturales africanas y latinoamericanas desde posiciones que rayan en el más profundo racismo colonizado y etnocéntrico. Hay que comprender que solamente una identidad canaria abierta e incluyente desde la interculturalidad, puede servir de antídoto a la identidad europea excluyente y racista que irradian las directivas de la Unión Europea y traducen en leyes y políticas sus gobiernos. Otro aspecto fundamental deberá ser plantearse con seriedad un proyecto económico de futuro, que convenza a esa gran mayoría de canarios y canarias que, a pesar de sentirse canarios, temen que la independencia genere pobreza y subdesarrollo. De las verdaderas posibilidades de autosuficiencia del Archipiélago en el marco de una verdadera diversificación y democratización de la economía y priorizando las relaciones con el sur antes que la dependencia del norte.
R.V.: Sin embargo sin hacer un censo, podemos afirmar que los independentistas son minoría. A pesar de eso no es de recibo que el partido con más afiliados es el Partido Apolítico. Atendiendo de nuevo a la experiencia boliviana, ¿se debe conseguir un movimiento de masas fuerte para conseguir mejorar las condiciones de vida en este Archipiélago?
René: Si algo enseña la experiencia boliviana es que, para de ganar elecciones y tener mayorías parlamentarias, primero hay que ganar la batalla en las calles, organizando al pueblo en su rebeldía y poniendo en jaque al poder establecido. Primero deberíamos pensar en fortalecer un movimiento social de base amplia, para que luego este se exprese por vías políticas. Dice Eduardo Galeano, que salvo los pozos, todas las edificaciones humanas parten de la base y no de la cúpula. El día que a los candidatos de la izquierda canaria los elijan asambleas en los barrios que, a su vez, organicen huelgas y manifestaciones contra el paro y la pobreza, ese día ganaremos seguro.
R.V.: Para alguien que trabaja para un sindicato que viene realmente de sus afiliados le debe impactar la forma de financiación de CC.OO. y UGT. Y claro, su forma de financiación luego determina su lucha. ¿Cuál es el papel que juegan estos dos sindicatos?
René: Bueno, gracias a CCOO y UGT yo aprendí a valorar y respetar más que nunca a la COB (Central Obrera Boliviana), por ser exactamente lo contrario de estas dos supuestas centrales sindicales. Porque la COB en Bolivia se plantea allá en 1946 que el objetivo final de un sindicato es acabar con la explotación y para ello, la toma del poder obrero en alianza con sectores campesinos y artesanos, antes que el reformismo y el pacto. Imagínate que esto la COB lo mantiene hasta hoy y sigue siendo vigente, ese es el sentido de un verdadero “sindicato de clase”, la toma del poder por la clase obrera. Absolutamente en el otro lado espectro podemos situar a UGT y CCOO, sindicatos que negando el verdadero sentido de “sindicato de clase” plantean la negociación y la búsqueda de puntos en común y acuerdo con el empresariado en aras de un supuesto beneficio para todos, cuando la realidad demuestra que aquello que es bueno para los empresarios, difícilmente y nunca es bueno a la vez para los trabajadores y trabajadoras. Desde esta lógica se han convertido en una más de las armas del sistema, utilizando esporádicamente los mecanismos de lucha y movilización social, como forma de presionar para volverse a sentar en la mesa del patrón y mangar algunas migajas del banquete del capital, pero ni siquiera son migajas para la clase trabajadora, sino para alimentar sus complejas estructuras burocráticas que las acercan más a una empresa corporativa que a un instrumento de los trabajadores. En tales condiciones es lógico que los gobiernos del estado, sean del PP o el PSOE, y en Canarias los impresentables de CC subvencionen millonariamente a estos señores puesto que garantizan la “paz social” que no es otra cosa que la pasividad ante el retroceso y pulverización de los derechos de los trabajadores y trabajadoras. Pero ojo, aunque CCOO y UGT no muerdan la mano del amo que les da de comer, esto no garantiza que, cuando dicho amo encuentre que el perro ya no cuida el gallinero con eficiencia y que sale más caro alimentarlo que el beneficio que reporta, probablemente opte por sacrificarlo. Aclarar que, en Canarias esto es doblemente grave, ya que, aquello que los señores Toxo y Méndez pactan con sus patrones en Madrid, como la ampliación a 67 años en la edad de jubilación, allá lastima, pero aquí donde el paro es el mayor de todos los territorios administrados por la UE, donde la esperanza de vida es la segunda menor del estado y donde los jóvenes ni siquiera sueñan ya con un contrato fijo, es criminal. Y claro, resulta triste ver a los dirigentes canarios de estos sindicatos tratando de justificar decisiones que toman sus jefes en Madrid sin siquiera consultarles y que, probablemente en el fondo no comparten, pero que le van a hacer son simples engranajes de una maquinaria más grande. Otra prueba más de lo siniestro del colonialismo.
R.V.: El Terrero es un programa de Radio Guiniguada que se emite todos los miércoles a las 17:00. Ya relacionamos inconfundiblemente la voz entusiasta de René con ese programa. ¿Cómo nace El Terrero y cuál es la idea que quiere infundir?
René: Bueno, El Terrero e un programa de Intersindical Canaria, lo inició Paco González Tejero y cuando él no pudo hacerlo mas, lo comencé a conducir yo. La idea es que, más allá de dar simplemente la visión del sindicato (cosa que también hace) sirva como un elemento comunicacional que genere debate y conciencia sobre las luchas sociales del pueblo canario, pero también de los otros pueblos del mundo entendiendo que la lucha contra el capital es un tema global, es así que hemos tenido programas donde se habla de la realidad de Canarias con personalidades relevantes de las luchas sociales del Archipiélago, pero hemos entrevistado también a actores sociales y políticos de lugares tan diversos como Honduras, Cuba, Bolivia, Palestina, Mali, Colombia, Marruecos o el Sahara Ocupado. Mencionar también la importancia que tiene el hecho de que el programa se emita en Radio Guiniguada que es probablemente la radio comunitaria más antigua del estado, un patrimonio del pueblo canario que todos y todas deberíamos defender, más aún ahora que los políticos se la quieren cargar para priorizar a las radios comerciales.
"Lo que hace falta realmente es que el pueblo canario se de cuenta que la verdadera comunicación implica pasar de ser un simple receptor a ser emisor de mensaje."
R.V.: ¿Hacen falta más espacios de radio que traten la situación de Canarias de manera crítica?
René: Sí claro, lo que hace falta realmente es que el pueblo canario se de cuenta que la verdadera comunicación implica pasar de ser un simple receptor a ser emisor de mensaje, es decir contrarrestar la apropiación del discurso comunicacional por parte de los empresarios y su medios de comunicación. El pueblo tiene que comunicar y comunicarse desde la libertad y la rebeldía, otra batalla más que tenemos que dar, pero bueno, es en la lucha en que nos construimos. Gracias.
*Publicado en el Blog Nación Canaria
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