miércoles, 2 de marzo de 2011

Marcha triunfal de "Paulino I" en Venezuela. El criollo lacayo de España vuelve a la colonia archipielágica lleno de... gloria


El Presidente del Gobierno autonómico canario, Paulino Rivero, ha sido protagonista por partida doble. Primero se le ocurrió ir a Venezuela en “visita privada”, como Presidente de Coalición Canaria (esta vez no utilizó el Helicóptero del Servicio de Emergencias del Gobierno –mayormente por falta de autonomía –tal como si el autogiro fuera una especie de parodia del propio Gobierno canario-). El motivo es el de siempre cada cuatro años: contactar con la colonia canaria (la de allende el océano, se entiende) para comenzar la recolección de votos para las elecciones autonómicas. Para tales fines electoralistoides a Paulino se le ocurrió echar mano de su siempre socorrida demagogia, y así (sin tener ni idea de los asuntos de que los que estaba hablando –o acaso , lo que sería aún peor…-) se dedicó a denigrar el proceso de expropiaciones de propiedades agrícolas de “canarios”, manifestando “su malestar” hacia las autoridades venezolanas. También criticó al Gobierno de la Metrópoli española por no defender “los intereses de los canarios residentes en Venezuela” (como si la mayoría de los canarios de Venezuela tuvieran algo que ver con los terratenientes ociosos, rentistas y explotadores a quienes se refería y defendía con tanta vehemencia)...



Según Paulino Rivero no se justificaban las expropiaciones de estas explotaciones e inmensas extensiones agrarias, pero ignora que la inmensa mayoría de las afectadas están sin actividad alguna, como dicen en Venezuela, están balutas. Además quizá ignora que muchos de los terra-mangantes canarios por quienes se desvive no poseen títulos de propiedad de las tierras ahora expropiadas, que ocuparon en unos años donde el desgobierno de los gobiernos venezolanos era unas de las señas de identidad en las décadas de los años cuarenta, cincuenta y sesenta del pasado siglo.

La consecuencia de esta posición del “ciudadano Paulino Rivero Baute” es que el Gobierno Venezolano lo ha declarado “persona non grata”, latinajo que viene a significar algo así como godo enterado, pero dirigido a un “canario de servicio”.

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