miércoles, 16 de marzo de 2011

¿Queda algo de cordura en el Decanato de la Facultad de Psicología de La Laguna?



LO peor que puede pasarle a un paranoico es que lo persigan de verdad", frase afortunada cuya autoría primigenia se me escapa, pero que creo haber leído en algún texto de Vázquez Montalbán. La cita resulta pertinente por cuanto últimamente están ocurriendo cosas en una determinada Facultad de la ULL que llaman poderosamente la atención; entre otros, por tres motivos: el primero porque se trata de la Facultad de Psicología, lugar donde (cabe suponer) las alteraciones patológicas de la personalidad y de la conducta son objeto de observación y estudio, y por consiguiente, sus manifestaciones fácticas (pensamos los tipos ingenuos como yo) deberían estar especialmente controladas a fin de no reproducirlas internamente, al menos por quienes ostentan puestos de responsabilidad allí. El segundo (derivado del anterior), porque se trata de reacciones verdaderamente desquiciadas (al menos aparentemente); y el tercero, porque quienes protagonizan tales actitudes no son unos personajes cualesquiera, sino nada menos que el equipo gestor de la Facultad, con su Decano a la cabeza...


El del "cachiporro": novedoso método terapéutico que atempera críticas molestas (y "amorosa" a sus portadores)
El origen del tremendo follón organizado se sitúa en un comunicado de denuncia presentado por el grupo claustral de la izquierda estudiantil canaria AMEC, que ostenta la representación mayoritaria de las y los estudiantes en la Universidad de La Laguna, y escrito que se refería a una mala gestión en la tramitación de las Becas en la Facultad, que habría perjudicado a un importante número de alumnos y alumnas. Hasta aquí todo "normal" (dentro de lo anormal del hecho denunciado en sí) en el sentido de que la organización estudiantil realizó una tarea de control propia de su condición representativa. Lo extraño e inusitado empieza a ocurrir acto seguido, cuando el equipo rector de la Facultad, en lugar de dar pronta y tranquilizadora respuesta a la situación denunciada, inicia una serie de actuaciones que, según denuncia AMEC, consisten en "presiones del decano de la Facultad de Psicología, Pedro Avero Delgado, a las que ha sometido a los alumnos pertenecientes a esta organización". AMEC lamenta "...que se haya querido individualizar la responsabilidad de este comunicado, publicado en prensa, atacando expresamente a estudiantes de la propia Facultad, incluso de entre los afectados por el problema. Esta organización considera intolerable esta acción carente de toda ética profesional. Se trata de un grave atentado contra la libre participación del alumnado". La organización estudiantil añade que "el Decano intentó obligar a dichos alumnos a realizar un comunicado a espaldas del grupo del que forman parte, bajo la amenaza de que si no lo hacían serían expulsados de la propia Facultad de Psicología, se les abriría expediente académico e iniciaría de inmediato las diligencias judiciales oportunas". Toda una actuación desmesurada que provoca que AMEC reaccione exigiendo el cese del citado Decano.

La más que aparente desmesura, se convierte en desquicie, a mi juicio, desde el mismo instante en que se publica un comunicado del Gabinete de prensa de la ULL, de 14 de marzo de 2011, en el que se informa de que la Junta de la Facultad de Psicología de la Universidad de La Laguna, reunida en sesión extraordinaria el pasado 10 de marzo "para tratar el posicionamiento del centro acerca de la citada denuncia de AMEC sobre la posible negligencia en el proceso de tramitación de las becas del Gobierno de Canarias", adopta una serie de acuerdos entre los que no figura, para nada (al menos según la nota publicada por el Gabinete de Prensa), ninguno dirigido a solucionar o solventar los perjuicios causados a las y los 300 estudiantes solicitantes de las Becas (jóvenes cuyas familias, por definición, precisan de tales ayudas), o al menos a tranquilizar a esas familias sobre un asunto verdaderamente preocupante, sino seis Puntos cuya lectura resulta totalmente estremecedora, y nos retrotrae a épocas que creíamos superadas. Para que juzguen ustedes mismos, los trascribo:

"1.- Que siendo firmes defensores de la libertad de pensamiento y de la crítica fundamentada a cualquier labor de gestión institucional en nuestra facultad, no vamos a hacer dejación, en ningún momento, de nuestra responsabilidad en la defensa del buen nombre de nuestro centro, ante cualquier ataque basado en la falsedad y la difamación como es el caso que nos ocupa en las afirmaciones vertidas por los componentes del grupo claustral del alumnado AMEC.

2.- Que en el caso que nos ocupa, las actuaciones de nuestra administración y secretaría académica constituyen, como así han demostrado los datos objetivos, un ejemplo de la responsabilidad y ejemplaridad que debe presidir toda acción administrativa universitaria. Esta facultad se siente orgullosa de la profesionalidad del equipo dirigido por nuestra administradora Carmen Barroso.

3.- Que tal y como es preceptivo, esta facultad pondrá en manos del equipo de gobierno, del Servicio Jurídico y del Servicio de Inspección de nuestra universidad los hechos acaecidos la semana pasada, con el objetivo de que se emprendan todas las acciones reglamentarias que conduzcan al esclarecimiento de los hechos y a la depuración de las responsabilidades finalistas que se deriven de dichas actuaciones.

4.- El equipo decanal, en nombre de la Junta de la Facultad de Psicología, de acuerdo con el reglamento de régimen interno, se reserva el derecho a actuar según las responsabilidades individuales y colectivas que se puedan derivar del esclarecimiento de los hechos en el punto anterior.

5.- Que la Facultad de Psicología apoyará las reservas efectuadas por el equipo de gobierno de nuestra universidad para emprender cuantas medidas de tipo legal y/o académico fueran pertinentes contra los causantes de esta situación.

6.- Examinados todos los hechos, la Junta de Facultad manifiesta su total apoyo al equipo decanal y a la Secretaria Académica del Centro en la gestión del problema planteado, que se ha manejado con profesionalidad, precisión y diligencia”

¿No se le habrá perdido un tornillo por el camino a alguien? -pregúntome yo, que no soy para nada especialista en la materia-.

Lógicamente, la respuesta de AMEC no ha podido ser otra que calificar de "fatwa del Decano", al delirante conjunto de admoniciones transcrito, así como reiterarse (con más fuerza si cabe) en la exigencia del cese inmediato del responsable académico. La organización estudiantil llega a preguntarse lo siguiente: "¿Estaremos ante otro episodio de fascismo institucional?".

Permítaseme sumarme a esa angustiosa y nada existencial duda.

*Agustin Crosa.

6 comentarios:

  1. ¡¡Brillante!! La situación la has retratado perfectamente. Gracias y ánimo.
    Un afectado

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  2. ¿Pero es verdad que no se tramitaron en tiempo las solicitudes de beca?

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  3. Hombre, es raro que haya tantos desquiciados en una de las mejores Facultades de Psicología de España, y que apoyen a un Decano loco, ¿no creen?; tal vez sería interesante antes de seguir que confirmaran lo de las 300 becas perdidas por culpa de una falsa mala gestión de la Facultad, porque es una mentira como una casa, así como todo lo demás...Es que hay elecciones pronto, y algunos necesitan argumentos para que les voten, me temo...

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  4. Pos eso, ¿se tramitaron o no? . No censures y responde

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  5. Nosotros no "censuramos", pero sí que nos reservamos el derecho de no publicar impertinencias y estupideces que algunos descerebrados puedan eventualmente enviarnos (las pajas mentales, que se las hagan en la intimidad, o en su caso, que las compartan con quienes se presten voluntariamente al espectáculo).

    En la presente Entrada no hemos tenido que recurrir a este siempre desagradable procedimiento, pero debemos confesar que los dos últimos "Comentarios" rayan (si no traspasan) la línea de impertinencia a que nos referimos. No obstante lo cual, además de lo dicho, nos place aclarar:

    1.- No tenemos NI IDEA si las famosas Becas se tramitaron finalmente bien, mal, regulín o regulán... En esta página sindical no nos dedicamos a hacer seguimiento de procedimientos administrativos.

    2.- Además, si Vd. hubiera leído con detenimiento (o con algo de "entendimiento") el Artículo que motiva estos comentarios, habría colegido que lo que se critica no es el asunto del trámite de las Becas en sí (para eso están los entes oportunos -entre ellos, las organizaciones representativas estudiantiles-), sino la reacción desmesurada, autoritaria y hasta filo-fascista que protagonizaron las autoridades académicas frente a una legítima acción vindicativa de la organización mayoritaria del estudiantado (con independencia de su estaba justificada o no). Si USTEDES (porque, Vd., Sr. o Sra. "escribiente" de los dos últimos Comentarios, es parte interesada en este "frangollo" -de eso no nos cabe duda...-), en lugar de crisparse y empezar a repartir mandoblazos a diestro y siniestro (sobre todo a siniestro), se hubieran limitado a informar objetivamente sobre el asunto, pues ahora no estaríamos comentando la "noticia" (básicamente, porque no habría habido noticia que comentar).

    Por último, permítanos un consejo: reserve ese tonillo imperativo y faltón para quien se lo tolere, mequetrefe/a. Nosotros no nos encontramos en ese "paquete". AMEC (por o que se ve) tampoco.

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  6. Espero que no me censuren por la expresión, pero....."CON DOS COJONES AMEC...." menos mal que hay estudiantes que tienen las narices de reivindicar lo justo y la verdad por encima de los regímenes fascistas que imperan en esta ULL.
    Por cierto a lo del inspector ni caso porque no es de su competencia (no esta en su reglamento) y creo que ni de nadie porque no se puede ir contra un grupo político porque al final esto no es sino politica universitaria pero politica y mucho menos contra "nombres" pertenecientes a ese grupo.

    Un P.A.S.

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