lunes, 28 de marzo de 2011

Inauguraciones vacías*



"EL Centro Administrativo, de Interpretación y Servicios del Parque Nacional del Teide se inauguró ayer de forma oficial, tras ocho años de obras y retrasos, pero aún inacabado: con la zona dedicada a centro de visitantes completamente vacía. Sólo una pequeña maqueta y dos carteles explicativos permitieron ayer a los visitantes hacerse una somera idea sobre la parte más emblemática del edificio, una exposición informativa y didáctica que costará tres millones de euros y no estará disponible hasta el primer trimestre de 2012"...



La apertura del edificio aconteció el 19 de este mes. Desde mi casa pude ver que cerraban un trozo de calle para que el tráfico no molestase a los egregios asistentes al acto. Entre ellos el presidente del Gobierno de Canarias, el ídem del Cabildo tinerfeño, el subdelegado del Gobierno, varios consejeros regionales e insulares y, cómo no -lo he dejado para el final con el fin de destacar su presencia, la más egregia de todas- don Isaac Valencia, alcalde de La Orotava desde que los dinosaurios -los del Jurásico, no los de Raquel Welch en la sugestiva película filmada, años hace, en las Cañadas del Teide- corrían sobre la faz de la tierra.

No me asombra que inauguren un centro cuyo elemento principal -la zona de exposición dedicada a los visitantes- está de momento más vacío que el espacio interestelar. Hace tiempo que vivo amancebado con las tomaduras de pelo. Circunstancia que no me impide esbozar de vez en cuando una sonrisa -o incluso reírme a mandíbula batiente- ante noticias similares a la mencionada. Sin ir más lejos, la publicada asimismo en "El Día" el viernes pasado sobre la inauguración, igualmente en La Orotava y con asistencia del sempiterno alcalde Valencia, de una piscina en El Mayorazgo. Confieso que miré con detalle la foto de la información hasta cerciorarme de que realmente la piscina tenía agua. Bien es verdad que los programas de retoque fotográfico hoy son capaces de engañar a cualquiera, pero parece que sí: la piscina en cuestión la han inaugurado con el agua ya puesta.

Ironías las anteriores nada fuera de lugar habida cuenta de que el presidente de la Generalidad valenciana, por más señas don Francisco Camps, hizo el otro día un alto en sus frecuentes visitas al sastre para inaugurar un aeropuerto sin aviones. En concreto, el aeródromo de Castellón. De hecho, ni siquiera han solicitado aún la autorización para la navegación aérea. Algo que carece de la menor importancia para Carlos Fabra, presidente de la Diputación castellonense. "Hay quienes dicen que estamos locos por inaugurar un aeropuerto sin aviones, pero no han entendido nada", manifestó. "Durante mes y medio cualquier ciudadano que lo desee podrá visitar esta terminal o caminar por las pistas de aterrizaje, algo que no podría hacer si fueran a despegar o a aterrizar aviones". ¿Nos carcajeamos o nos echamos a llorar? Yo me troncho. Aunque considerando que el aeropuerto en cuestión ha costado 150 millones de euros, más bien es para echarse las manos a la cabeza. O para echarse a la calle ante tanta burla de unos políticos absolutamente convencidos de que quienes votan por ellos son rematadamente idiotas.

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