CSC-OCESP denuncian: El Gobierno autónomo prepara ERE encubiertos contra las y los Empleados Públicos*

El "chantaje" es un mecanismo desleal en cualquier clase de negociación, pero su empleo es especialmente repugnante en los asuntos en dónde hay personas en situación de indefensión involucrados, por el grave perjuicio ocasionado. Si nos remitimos a la definición de "chantajear" del DRAE, chantaje sería la "amenaza de daño que se hace contra alguno a fin de obtener de él dinero o algún provecho"...

Si nos atenemos a la tipificación del delito de chantaje prevista en el vigente Código Penal del Estado español, nos encontramos con que el número segundo del artículo 171 nos informa que “chantajear” es hacer pender la ejecución de un mal sobre una persona, o sobre personas o bienes a su cargo, a la que se exige el cumplimiento de una condición como precio para no causar el perjuicio.

Perdonen ustedes esta enrevesada introducción “leguleya”, pero sucede que en el transcurso de la reunión celebrada la semana pasada en la Mesa General de Empleados Públicos, además de evidenciarse una más que sospechosa actitud de “compadreo” entre el Gobierno, UGT y CCOO; quienes, a todas luces, ya tenían “apalabrado” (por no decir firmado) un previo Acuerdo de Calendario de “negociaciones”, con sus Puntos ya cerrados (todos ellos, por cierto, consistentes en medidas para recortar, aún más, derechos de las y los empleados públicos), el representante de la Administración no tuvo empacho alguno en anunciar su intención de plantear su futura posición “negociadora” en los siguientes términos: o se baja aún más el sueldo y otras condiciones laborales a las y los empleados públicos, o si no, procederán a despedir empleados y empleadas, empezando con los más desprotegidos: el personal de las Empresas Públicas, el personal interino y sustituto de la Enseñanza, el Personal Laboral al servicio directo de la C.A.C. (temporal, indefinido o fijo), etc.

De hecho, las empresas subcontratadas para prestar servicios a la Administración Pública, como son las del sector de Limpieza, ya lo están haciendo, aplicando ilegales reducciones salariales de hasta un 10% a los trabajadores, sobre todo de hospitales.

El mensaje es diáfano: o Usted, señor representante sindical, se aviene a renunciar a su derecho y a su obligación de oponerse a que sigan machacando a sus representados, o nosotros procederemos unilateralmente contra ellos, responsabilizándole públicamente a Usted de los efectos negativos de las acciones previstas.

Para tal fin cuentan con poderosos medios de propaganda y disuasión, entre ellos los “caballos de Troya” infiltrados dentro del colectivo de empleadas y empleados (nos referimos a UGT y CCOO, naturalmente), que ya se encargarán de culpar a los Sindicatos díscolos  de mantener una posición “cerril e irresponsable” en las diferentes Mesas “negociadoras”.

Si esto no es un chantaje, que venga Dios (o Mahoma, o la mismísima Bernarda) y lo vea…

Desengañémonos: para el Gobierno autónomo el concepto de “aumentar la productividad” resulta equivalente al de “disminuir salarios y derechos de las y los trabajadores”, y el de “optimizar servicios” significa, directamente, privatizar servicios públicos para mejor aprovechamiento de la siempre insaciable red clientelar que tienen que alimentar los Partidos que sostienen todo este entramado ("alimentos" que se pagan con fondos públicos, naturalmente).

Por otro lado, la estrategia del Gobierno es “de libro”: no la emprenderán “contra todos a la vez”, sino que pausarán los golpes en la medida que sea necesario para mantener dividido al Colectivo de Empleadas y Empleados Públicos: unos “palos” a los subcontratados, más tarde a los laborales, después las y los funcionarios… No nos estamos inventando nada: ¡hasta ahora les ha funcionado!. En esta tesitura, no está de más recordar aquél viejo texto del Poeta y dramaturgo alemán Berthold Brecht, quien refiriéndose a la forma en que el nazismo logró aplastar la voluntad del pueblo alemán (con las terroríficas consecuencias que ello ocasionó) escribió:

Primero cogieron a los comunistas,
y no dije nada porque yo no era un comunista.
Luego se llevaron a los judíos,
y no dije nada porque yo no era un judío.
Luego vinieron por los obreros
y no dije nada porque no era ni obrero ni sindicalista.
Luego se metieron con los católicos,
y no dije nada porque yo era protestante.
Y cuando finalmente vinieron por mí
no quedaba nadie para protestar

Los pueblos no deben perder la memoria histórica: los derechos laborales de que hemos disfrutado nosotras y nosotros hasta ahora, no han sido “regalos caídos del cielo”, sino el resultado de durísimas luchas de las clases trabajadoras a lo largo de Siglos, que han costado mucha sangre, sudor y lágrimas (permítasenos el “lugar común”) frente a la infinita codicia de las Clases Dominantes en cada momento. Y lo que es aún peor: cada derecho que permitamos que se nos robe ahora, no será repuesto voluntariamente más adelante, sino requerirá igualmente otras tantas luchas que habremos de abordar nosotros y/o nuestros descendientes; quienes, por cierto, tienen derecho a vivir en un futuro donde existan derechos y libertades. Tienen derecho a vivir dignamente.

Con tesón, con unidad y con voluntad, esta lucha la podemos ganar. Por nosotros. Por nuestra descendencia, por las y los futuros trabajadores canarios, estamos obligados a sacudirnos la resignación, el miedo o la pereza y ponernos en pie.

Por todo ello, convocamos al conjunto de las y los Empleados Públicos para que, junto con trabajadores de todos los sectores de la producción, acudamos a las Manifestaciones previstas para el jueves, 20 de Enero, en S/C de Tfe. Y Las Palmas de G.C.

¡Si no luchamos, la derrota está asegurada!

¡Luchando podemos vencer!

¡Todos a la Manifestación de este Jueves!

*CSC-OCESP