lunes, 31 de enero de 2011

Acerca del viejo, cansino, cutre y falaz argumento de “si no hubiéramos estado nosotros, habría sido mucho peor”



Resulta evidente que los dirigentes de CCOO y UGT son conscientes de que la gente en general es, a su vez, consciente de que el papel que les ha tocado a ambos en la mala comedia de enredos que desembocó en el nefasto Acuerdo del 27 de enero, sólo puede ser calificado como el de  traicioneros "bufones de la Corte"; cooperadores necesarios para que el Gobierno del Estado pueda presentar, ahora, como “fruto del esfuerzo de flexibilidad y la voluntad negociadora del Ejecutivo” lo que no es más que un brutal hachazo a los derechos de las y los trabajadores que, si nos remitimos exclusivamente al terreno de las Pensiones Contributivas, nos obliga a retrotraernos 43 años atrás (en plena dictadura franquista), con la Ley General de la Seguridad Social dictada en 1967 por las “Cortes” del Régimen,  para encontrar un parangón o punto de comparación asimilable a lo que estamos contemplando ahora...






Permítasenos un pequeño inciso: cuando hablamos de CCOO y UGT, no nos referimos estrictamente a las cúpulas de esas organizaciones, representadas por Méndez, Toxo y sus respectivos grupos de subalternos directos: CCOO y UGT son enormes maquinarias burocráticas, asentadas en un complejo entramado de estructuras (sectoriales, territoriales...), que son sostenidas por, y alimentan a, miles de estómagos agradecidos (“cuadros” o dirigentes de distinto nivel); quienes, al fin y al cabo, son los responsables directos de transmitir, de arriba abajo, a “las bases” y a la Clase trabajadora en general, las políticas alienantes que emanan desde sus respectivos centros neurálgicos de Madrid.


Dicho lo anterior, constatamos que en Canarias, CCOO y UGT tienen una tarea alienadora suplementaria que se suma a la genérica de mantener “controladas y dentro de un orden aceptable por el Sistema” las contradicciones propias de las luchas de Clases. Siendo nuestro territorio una colonia de España, es a CCOO y UGT a quienes se encomienda la tarea de impedir a toda costa que nuestra Clase trabajadora se organice en torno a Sindicatos de Clase, de ámbito y soberanía propios.


Para cumplir tales tareas, y mantener bien engrasadas sus respectivas maquinarias, así como conforme, contento y bien cebado al ejército de plutócratas que sirven de imprescindible “correa de transmisión” Dirección-Clase, CCOO y UGT necesitan recursos. Muchísimos recursos financieros, que no se cubren, ni en su mínima parte, con las Cuotas de su afiliación.


Ya sabemos de dónde sacan esos “recursos”. No nos vamos a repetir. La cuestión que nos interesa resaltar ahora es constatar que, si lo sabemos nosotros, también lo saben (evidentemente) el conjunto de cuadros y dirigentes de distinto nivel que conforman la burocracia de esos Sindicatos. Ellos conocen que un escenario en el que se cortaran las principales “fuentes de financiación” de sus organizaciones (especialmente del Estado y la Banca), tendría consecuencias inmediatas sobre su “modus vivendi”: no sólo en el aspecto crematístico (las garbanzas, etc…), sino también en lo referido a las “posiciones de Poder” sobre otros y otras, que para algunos personajes grises y mediocres que pululan por allí sólo podrían disfrutar en ese contexto de sindicalismo putrefacto en que se revuelcan, pues saben que, fuera de él, serían meros “ceros a la izquierda”…


La precedente afirmación tiene por objeto sustentar esta otra siguiente: poca “rebeldía” cabe esperar del conjunto de dirigentes y cuadros que conforman la inmensa estructura burocrática de CCOO y UGT frente a las traiciones que sus “Jefes” en Madrid perpetran contra las y los trabajadores. Bastará con que se les haga llegar el “mensaje” de que esa forma de actuación asegura las “regalías” de que disfrutan, o incluso que les devuelve el protagonismo institucional en gran medida perdido, para que se apresten a la labor de cumplir fielmente con lo que se espera de ellas y ellos (y más aún). Además, no es habitual que el perro muerda la mano del dueño que le da de comer…


El discurso que están transmitiendo las Direcciones de UGT y CCOO, acerca de que “gracias a ellos las medidas del Gobierno no fueron más duras” resulta inconsistente, poco creíble… y además, ellos lo saben. En primer lugar, se plantea como una especie de axioma o verdad irrefutable lo que, a todas luces, y si aplicamos una mínima dosis de sentido común al análisis de lo acontecido desde mayo de 2010 hasta ahora, carece de sostén lógico que le dé mínima solidez. Efectivamente, no creemos que vayamos desencaminados si afirmamos que otra sería la situación actual si en Mayo del año pasado, tras el anuncio del primer “Decretazo de Reforma laboral”, las oxidadas máquinas estatalistas de CCOO y UGT hubieran reaccionado con firmeza, contundencia y rapidez a aquél primer golpe. Lejos de ello, convocaron un “huelguín sectorial” en Junio, ceñido al ámbito de las y los Empleados Públicos, que sólo sirvió para que el inmenso aparato mediático puesto al servicio del Sistema se abalanzara  sobre el colectivo, en una inmensa (e inmunda) campaña de desprestigio que buscaba (y logró, en gran medida) segregar a las y los trabajadores del ámbito privado de sus compañeros y compañeras de Clase del ámbito Público; de tal forma que, gracias a la actitud meliflua de CCOO y UGT, se produjo un grave fraccionamiento de la Clase, resultando, por ende, un fracaso total aquella convocatoria sectorial de Junio.


Además, CCOO y UGT, en una maniobra dirigida indudablemente a “apaciguar” y desmovilizar a las indignadas Clases trabajadoras, impusieron un totalmente injustificado retraso de tres meses y medio a la contestación del “Decretazo de Reforma Laboral” de Mayo; de tal manera que la Huelga convocada contra dicha norma se realiza el 20 de Septiembre, es decir, una vez aprobado y consumado (por la vía del empeoramiento en trámite parlamentario) el ataque del Sistema a las Clases trabajadoras.


Es en este contexto de desmovilización, desmoralización y miedo (por no decir terror social) provocado por la increíble pasividad de CCOO y UGT, cuando el Gobierno del Estado, azuzado por los “Mercados” (sobre todo la Banca Privada, que decidió que había llegado el momento de obtener rendimiento de sus ruinosas inversiones en Fondos de Pensiones Privados) se siente con fuerzas para, a finales del año pasado, lanzarse a la yugular del Sistema público de protección social, con las consecuencias de todas y todos conocidas.


Las posiciones de CCOO y UGT, a lo largo de todo este último proceso, son de sobra conocidas: con la traición del 27 de enero, se convirtieron, objetivamente, en co-autores del brutal ataque a los derechos sociales de las y los trabajadores recientemente perpetrado. ¿Ello a cambio de qué…?. Cabe imaginarlo.


Esta es la verdad objetiva, que cualquiera puede constatar a poco que aplique un poco de razocinio al análisis de lo que ha pasado y está pasando. Sin embargo, aun cuando afirmamos que la tesis “perdonavidas” de CCOO y UGT, en relación con que “gracias a su sentido de la ´responsabilidad´ las cosas no habían sido peores”, resulta poco creíble e inconsistente, ello no quiere decir que, en un contexto social como el actual, tales planteamientos maniobreros son peligrosos, porque pueden terminar “calando” en el cuerpo social, y ser finalmente asumidos como “ciertos” por un importante sector de nuestra, mayoritariamente alienada, Clase trabajadora. Ellos cuentan con poderosísimos medios para que la gente termine viendo “el mundo del revés” si quieren: no sólo la inmensa mayoría del aparato mediático (incluidos “mass media” que se declaran “izquierdistas”), sino también ese inmenso ejército burocrático de sindicaleros apesebrados, a quienes ya les han transmitido la consigna del momento, para tratar de vendernos como “menos malo” lo que es rematadamente nefasto (¡y encima les tendremos que estar agradecidos!).


¿Métodos para convertir en aparente verdad lo que es una evidente mentira?... Eso ya está teorizado desde el III Reich: repetir el embuste una y otra vez, hasta que la conciencia de la gente termine por ceder a la alienación. En esa tarea están, y perseverarán en ella cuanto sea preciso. De libro, vamos…

1 comentario:

  1. Magnífico trabajo. Estoy totalmente de acuerdo, y además añado: es público y notorio que CCOO y UGT tienen una importantísima participación (de la mano principalmente del BBVA) en inversiones derivadas de Planes de Pensiones privados. En el ámbito de las Administraciones y empresas públicas, rara es ya la que no ha suscrito el correspondiente "Plan" (al que se tienen que acoger sus empleados, sí o sí, descontándosele de oficio la Cuota correspondiente a cada uno), gracias a "Pactos Colectivos" suscritos por CCOO y UGT que han venido siendo presentados como presuntos "éxitos negociadores".

    ¿Con qué autoridad moral se sientan a negociar el futuro de las Pensiones Públicas, organizaciones que están objetivamente interesadas en que el sistema Público desaparezca (o funcione mal), pues es conocido que esa es la premisa para que tenga éxito el sistema Privado...?

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