Hospital Universitario de Canarias (HUC): ¡la falta de escrúpulos tiene un límite, señores de UGT! (1)

UGT encarga a un Enfermero condenado en Sentencia penal firme por abusos sexuales a una Paciente (y aún no sancionado por la Dirección del Hospital) la tarea de "montar sus Planchas" para las próximas Elecciones Sindicales 

El personaje en cuestión había sido anteriormente expulsado por la propia UGT, acusado de ladrón

Las reiteradas traiciones a la clase trabajadora terminan por pasar factura a sus perpetradores más tarde o más temprano, y UGT no es precisamente una excepción a la regla expuesta...




Dos recientísimos "botones de muestra" sobre la indignidad y la falta de lealtad, tanto de UGT como de CCOO, a nuestra Clase trabajadora los encontramos, en primer lugar en la denominada "actualización del Pacto Social por la Economía y el Empleo" y el "Pacto por la Sostenibilidad de los Servicios Públicos", firmados en fechas previas a las elecciones con un Gobierno autonómico necesitado de un "balón de oxígeno" que le permitiera dar una imagen "dialogante" después de dos años de de anular sistemáticamente derechos y acuerdos socio-laborales e imponer medidas antipopulares (ver entre otros, el artículo de este Blog pinchando el link: http://cuis-canarias.blogspot.com/2011/04/los-pactos-de-concertacion-social.html), y la última "guinda" (por ahora) la encontramos en el "paripé" de negociación-ruptura que se han montando en comandita con la CEOE para que el Gobierno apruebe unilateralmente, con una excelente excusa, una tercera oleada de recortes sociales y laborales (ver el link: http://cuis-canarias.blogspot.com/2011/06/nuevo-capitulo-de-una-comedia-de-enredo.html)...

En definitiva: años de indignos conchabeos con los Gobiernos y las Patronales; años de "poner el cazo" para recibir prebendas que permitan mantener una maquinaria burocrática cada día más monstruosa e ineficaz (todo ello a cambio de dejar literalmente "tirados" e indefensos a las y los trabajadores que dicen representar) han provocado una creciente ola de indignación y hartura que se refleja en un acelerado proceso de desafiliaciones individuales y colectivas, así como en la desafección de los militantes y cuadros más honestos y valiosos, que se marchan totalmente asqueados de esta podredumbre sindicalera, en muchos casos (desgraciadamente) a sus casas a rumiar su desencanto, y en otros muchos (por fortuna para el colectivo laboral) a arrimar el hombro en opciones que han demostrado a lo largo de los años, en la práctica, que se puede hacer un sindicalismo totalmente distinto y distante del que practican las franquicias o sucursales en Canarias de los sindicatos entreguistas y traidores españoles; un sindicalismo que tenga sus raíces aquí, donde están y sufren los problemas nuestra clase trabajadora.

En el caso de UGT, sus desvaríos e incoherencias (compartidas con CCOO, por cierto) en materia de acción sindical en el Hospital Universitario de Canarias y en sus relaciones con Cabildo y Consejería, unido a una serie continuada de cacicadas internas (propias de la estructura verticalista que caracteriza a las sucursales de los sindicatos españolistas) provocó hace meses el práctico desmantelamiento de su Sección Sindical en el HUC, con un trasvase hacia Intersindical Canaria de sus mejores cuadros y militantes más comprometidos, así como de la práctica totalidad de sus afiliadas y afiliados (en un número superior a 500). Como consecuencia de ello, UGT desapareció,prácticamente del Hospital.

Pero es el caso de que han sido convocada nuevas Elecciones Sindicales en el HUC, y la UGT se ha planteado presentar "plancha" y tratar de volver a "subirse al machito" a toda costa. Y cuando decimos "a toda costa", lo decimos de forma literal... De manera que ha "soltado" por los distintos Departamentos y dependencias del Hospital a un individuo indeseable, de profesión Enfermero (para oprobio de la Profesión) que cuenta en su "haber" (que nosotros sepamos, al menos de momento) con una condena penal firme como autor criminalmente responsable de un delito de abusos sexuales, sin que concurran circunstancias modificativas (atenuantes) de la responsabilidad criminal, a la pena de un año y seis meses de Prisión (que no cumplirá, al parecer por carecer de antecedentes penales y ser la pena inferior a dos años).

Para mayor oprobio y vergüenza de UGT, resulta que el elemento a quien han confiado tan alta responsabilidad, había sido expulsado con anterioridad de ese Sindicato, bajo la acusación de haber "metido la mano" en la caja sindical (es decir: acusado de ladrón). Hasta este punto de indignidad está llegando la desprestigiada UGT, con tal de conseguir "montar Planchas en las próximas Elecciones sindicales del Hospital.

Pero es que además, este individuo está tratando de montar las "Planchas" de UGT, paseándose libremente por las dependencias del Hospital y contactando a su libre albedrío con el personal, aprovechando el desconocimiento que tienen la mayoría de las y los trabajadores de su auténtica catadura moral (dado que el equipo de gestión del HUC se niega a dar publicidad de la Sentencia y del nombre del "interfecto"), y por consiguiente, contando con la pasividad (que sólo podemos calificar de cómplice) de la Dirección, que pese a haber declarado cosa distinta a diversos medios de comunicación pública, nada ha hecho para remediar una situación insólita, que está creando creciente malestar y alarma social entre usuarios y personal.

La Dirección del Hospital tiene muchas cosas que responder, en relación con las negligencias que ha cometido (y continúa cometiendo) sobre este asunto, que pueden dar lugar a que un personaje como este, finalmente, continúe sine díe trabajando en las dependencias del HUC sin responder de los gravísimos actos que ha cometido, que constituyen una vergüenza y van en desdoro del prestigio y la profesionalidad acreditada por la plantilla del centro hospitalario.


Responsabilidades por acción u omisión por parte del equipo gerencial del Hospital, que pueden derivar en ilícitos de orden laboral, e incluso penal, del que tendrían que responder individualmente, en su caso, sus protagonistas.


A esa tarea nos pondremos, y llamamos a los sindicalistas honestos (es decir: a los que no son rufianes sindicaleros) a estar vigilantes. Pero como quiera que tanto éste, como otros asuntos conexos (como la debida identificación del personaje, caso de que la Dirección del Hospital persista en su actitud de ocultarla y seguir permitiéndole "vía libre" por las dependencias) van a traer "cola", nos reservamos estos extremos para la siguiente entrega.