Intersindical Canaria (IC) -sindicato mayoritario en el HUC- considera "una auténtica vergüenza" las declaraciones realizadas la semana pasada por la directora del SCS, Juana María Reyes, en las que defendió la clausura de camas como consecuencia del periodo vacacional del personal médico y como una manera de "racionalizar recursos" en un periodo en el que "una parte de los profesionales médicos sale de vacaciones y se limita una parte importante de la actividad".
A juicio de los representantes de los trabajadores, Jaime Bethencourt, Cati Darias y Carlos García, "es rotundamente falso que se quiten camas por las vacaciones del personal", puesto que el propio reglamento del centro hospitalario establece literalmente que "a efectos organizativos debe llegarse a acuerdos para evitar coincidencias de facultativos en el disfrute del período vacacional que conlleven la imposibilidad de asegurar la actividad asistencial y también niegan que la actividad disminuya durante esos meses".
Para IC, "la reducción de camas, bien sean sueltas, una planta o media, lo que va a hacer es aumentar la lista de espera, prolongará el sufrimiento de los pacientes y disparará el gasto farmacéutico y el número de bajas laborales", además de que "favorecerá a la sanidad privada, puesto que todos los ingresos no programados serán derivados".
Respecto a la afirmación de Sanidad de que "todos los años se realizan ajustes en la actividad de los hospitales en base al calendario de vacaciones", IC también lo niega tajantemente.
"En el HUC jamás, en cuarenta años de historia, se han suprimido camas durante los meses de verano, pero ni por las vacaciones del personal ni por ningún otro motivo, porque cualquiera que argumente es completamente falso", aseguro Cati Darias, para quien el "el Gobierno trata de convencer a la ciudadanía de que hay menos actividad cuando eso no es cierto; son ellos los que están tratando de que disminuya contratando a menos personal e incluso cerrando algunos servicios".
A juicio de Bethencourt, "la disminución de servicios es consecuencia directa del recorte de 315 millones y buscan reducir gastos a costa de los pacientes, en vez de hacer los mandos intermedios".
Y es que hace poco más de una semana justamente se conocía que el Servicio de Urgencias del HUC estaba saturado debido a la cantidad de pacientes que esperaban por una cama.
"¿Cómo puede ser que ahora no haya camas suficientes para vaciar los pasillos de urgencias y, de repente, dentro de unos días no van a ser necesarias esas mismas camas y habrá que suprimirlas?, se preguntó en voz alta ayer el traumatólogo Carlos García.
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