lunes, 24 de octubre de 2011

Recortes en la sanidad pública (I)*


EL hecho consumado de los recortes presupuestarios dedicados a la sanidad pública es algo extendido en toda la geografía de las comunidades autónomas y algo que todos los gobiernos niegan. Todos coinciden en que, a pesar de los "tijeretazos" aplicados, no se verán afectados los servicios públicos y básicos (sanidad, educación y servicios sociales). Y, tras aplicarlos, siguen insistiendo en que la calidad asistencial y la oferta pública en las prestaciones no sufrirán merma en su calidad...



Nuestros políticos mienten, tergiversan los datos, maquillan las estadísticas, adulteran los resultados... Y nos siguen intentando convencer de que las listas de espera quirúrgicas no aumentarán, de que las consultas y pruebas diagnósticas no se alargarán, de que no se colapsará el sistema sanitario. De que aquí no pasa nada. En Canarias llevamos semanas escuchando de todo. Cada representante político nos cuenta su propia versión, contradiciéndose unos a otros, valorando la situación y arrimando el ascua a su sardina.

La anterior consejera de Sanidad de Canarias, Mercedes Roldós, ha dicho que estas últimas restricciones de los cierres de los quirófanos de tarde de los hospitales públicos son una locura, que se dispararán las listas, que existirá una bajada en la calidad sanitaria. Y es ahora cuando lo ve tan claro, porque no recuerda, cuando era consejera, que los canarios tuvimos que soportar los tremendos recortes sanitarios, 315 millones de euros, que le tocó cargar al consejero Bañolas cuando la ruptura CC y PP, y, tras los cuales, todavía hoy estamos soportando soberano tijeretazo impuesto por el anterior vicepresidente y consejero de Hacienda, José M. Soria.

Pero también la diputada nacionalista Mª del Mar Julios, también exconsejera de Sanidad y exvicepresidenta del Gobierno de Canarias, nos ha dicho a todos los canarios que no lo hemos entendido; que los cierres de los quirófanos no se producen porque un hospital está veinticuatro horas abierto durante 365 días al año y que los quirófanos no se cierran nunca. Que no va a pasar nada, que no aumentarán las listas de espera, y que el número de pacientes, esos 7.500 que ha denunciado la Asociación para la Defensa de la Sanidad Pública Canaria, se verán afectados en tres meses, se compensarán por la mañana, en que se harán más eficientes y productivos los quirófanos.

Para empezar, decir que los quirófanos por la mañana tienen un índice de ocupación de un 75% o más, que se considera como óptimo en su rendimiento, en datos, por ejemplo, del propio HUC. Es difícil superar esa cifra por los tiempos intermedios que se producen entre intervenciones (limpiar, preparar, impartir docencia...). Y que, por mucho que ella o que el propio presidente lo diga, como ya lo ha hecho, en lo que insiste a su vez el portavoz del gobierno y, por último, la consejera de Sanidad actual, Brígida Mendoza, no se podrá compensar nunca el número de intervenciones realizadas en jornadas de tarde continuadas, intentando aumentar la rentabilidad de la mañana. Es que, si tras veinte años de gestión sanitaria de Coalición Canaria en el Gobierno, no ha podido, querido o sabido rentabilizar y poner productivos los quirófanos de los hospitales es el reconocimiento a un fracaso de dirección y gestión en toda regla. Y es ahora cuando, tras los recortes, tenemos que ponernos a sacarles partido y rentabilidad a los quirófanos de mañana. Ver para creer, Dios santo.

Y a todas estas, el PSOE sin decir casi nada. Y es comprensible por aquello de la cogobernabilidad de la Comunidad Autónoma. Son socios de gobierno con CC y, aunque no les haya correspondido el área de la Sanidad -o no lo aceptaron-, tienen una responsabilidad manifiesta en lo que está ocurriendo en nuestra sanidad pública. En el pacto firmado por ambos partidos políticos para gobernar Canarias de junio pasado, en lo que denominaron "Acuerdo por la gobernabilidad, dinamización del empleo y cohesión social", se puede leer: "En una política sanitaria moderna debe contenerse la participación de la comunidad y orientada a implicar a los profesionales en la gestión del sistema (...), buscar nuevas soluciones en los problemas de las listas de espera, en la mejora de la calidad asistencial (...). Limitar los tiempos de espera tanto para ser valorados por los especialistas como para los estudios complementarios. El tiempo de espera de referencia será de treinta días, no debiendo superar los noventa días". Sí, sí, todo igualito a lo que ocurre.

Si esto se incumple, estaremos asistiendo a lo que puede ser un auténtico fraude político por lo pactado y ofrecido a la ciudadanía.

*Carlos García (Traumatólogo. Delegado de Intersindical Canaria)

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