jueves, 5 de mayo de 2011

Defendamos la sanidad pública pero sin empezar de nuevo*



EPRODUCIMOS un interesante análisis que realiza un histórico dirigente de CCOO (ya "ex", vista "la que está cayendo") sobre el papel que está cumpliendo su antiguo Sindicato (y su hermano gemelo, UGT) en los diversos ataques que está sufriendo el sistema de sanidad pública en el conjunto del Estado. Advertimos que el análisis está realizado desde Catalunya y centrado en la situación que se vive allí; no obstante lo cual, y salvadas las distancias, lo creemos válido como un instrumento de estudio más, a tener en cuenta para analizar la situación que, sobre este mismo asunto, estamos sufriendo en nuestra tierra...


Lo último del “señor” Toxo, Secretario General de CC OO: “La ciudadanía no ha reaccionado en la crisis cuando más falta hacía”. Una burla más, a toda la sociedad y más directamente a toda la izquierda radical.

Vengo escribiendo sobre el papel que viene desempeñando el Sindicato de CC OO desde hace mucho tiempo. Y en cada artículo trato de dejar patente que este Sindicato ha sido, resorte, fundamental para desarmar a la clase obrera frente a su principal enemigo. Y he afirmado la imposibilidad de recuperarlo, desde dentro del mismo, para hacerlo servir en interés de l@s trabajador@s, aunque sea en ínfima medida. También he aclarado más de una vez, el grave error cometido en la rotura que se produjo en el PSUC y PCE a principio de los 80, al no organizar una alternativa sindical con más del 50% de la afiliación y de los cuadros que había en CC OO…

Pienso que dentro de CC OO hay personas que pueden llegar a convencerse, a tomar conciencia, de que seguir ahí es estar contribuyendo, gravemente, al deterioro de las condiciones de vida y trabajo de la clase obrera. Pero se, que hay condicionantes de peso que coartan la decisión de salirse de este Sindicato, mayormente, en aquellos militantes liberados, cuya rémora consiste en que, es ahí donde tiene su modo de ganarse la vida, (más en medio de una situación de desempleo), así como en las confidencias y amistades creadas, formando gruesas cadenas cuyos eslabones se refuerzan unos a otros con falsas justificaciones. Para activistas, que en otros momentos mantuvieron posiciones combativas de clase, no sólo frente al capital, sino también, durante los primeros años, frente a los oportunistas y “reformistas” del sindicato, debe de ser muy “duro” tener que andar con pretextos, cuando no hace tanto tiempo, eran conscientes del valor que tenían las organizaciones obreras en la defensa de sus intereses, y para avanzar hacía la transformación social.

Desgraciadamente no surgirá un revulsivo de toda esta gente de la que hablo. Esos cuadros intermedios, (aunque se hagan llamar corriente de izquierdas y sus hijos no tengan ningún futuro) no se pondrán de acuerdo diciendo; hasta aquí hemos llegado, esto no podemos permitirlo más. Sabemos que los aparatos burocráticos lo tienen todo atado. Y porque en ese grueso de dirigentes, burócratas, hay muchos otros de nuevos. Estos, suelen ser personas sin conciencia de clase, que hacen sindicalismo igual que harían clientes para una compañía de seguros. Son individuos que han descubierto que ser sindicalista es un chollo. Su aprendizaje ha consistido en saber, que su modus vivendi depende del control e influencia en el conjunto de trabajadores y trabajadoras que hay en su empresa o ramo, (según su responsabilidad) para lo cual, aprenden pronto las peores artes del sindicalismo burocrático, marrullero, y de obediencia en base a quienes están por encima en la organización.

Ahora bien, dicho esto entiendo, que mis sinceros reconocimientos, (de sindicalistas que un día “fueron de los nuestros”) no sólo no están demás, si no que, ha servir para dar mayor claridad y contundencia a las denuncia que se deben de mantener contra CC OO, (sin olvidar a UGT claro está). Primero, porque desde dentro del tinglado que hay montado en cc oo, nadie puede cambiar nada. Y segundo, porque se han convertido en el instrumento más útil y dañino en manos del capitalismo. Por tanto las denuncias no deben amainar, al contrario, han de aumentar sin contemplaciones, ya que las acometidas y traiciones contra la clase obrera son constantes y cada vez más graves. Y es que, esta cuestión, (la labor de CC OO y “sus adjuntos”) si es, el verdadero obstáculo que tiene la clase obrera para que persista en su despiste y desmovilización. En cambio, no son todas esas pavadas y medias tintas que suelen escribir muchos pseudo izquierdistas, cuyas razones sobre la no implicación de l@s trabajador@s en las luchas son extraídas, cortadas, de las raíces que implican la lucha de clases y concretamente de las razones que dan pié al desastre organizativo comunista en Europa y por consecuencia al desastre sindical. Un problema, todavía, más agudizado en el Estado español.

Justamente nos encontramos frente a otro furibundo ataque del capitalismo por el que trata de apropiarse de la de la sanidad pública. ¡Ojo, una vez más!: los dos principales sindicatos, sus máximos dirigente, (obedientes y sin pudor, en límites inimaginables, colaboracionistas de crímenes sociales en el hurto de bienes y derechos de la clase obrera) en un principio, están obligados a jugar el paripé de oponerse a los recortes sanitarios, como lo han hecho tantas veces en otros casos y muy recientemente.

En Catalunya siempre punta de lanza, para perjudicar a los trabajadores, con las Elecciones Municipales por medio, los partidos de la “oposición”, aprovechan para arañar votos y dan órdenes, en su peonaje, a que utilicen a la gente sacándola a la calle, “contra CIU que pretende recortar en sanidad”, cuando es exactamente la misma fechoría que el PSOE está fraguando para el resto del Estado.

Igual que dije con anterioridad a la huelga del 29 S. No sólo se ha de participar, sino desmelenarse para movilizar y sacar gente a la calle. Ahora bien, sin morderse la lengua, sin olvidarse de todo el mal que vienen haciendo desde hace mucho tiempo y con ejemplos reciente de actuaciones vergonzantes y de traición. No podemos permitir que una y otra vez ocurra igual; que los mismos de siempre, jueguen el mismo papel de apagafuegos, de permitir y firmar nuevos robos a la sociedad, y a la siguiente acometida; vuelta a comenzar, olvidándonos de lo sucedido anteriormente.

Sin tardar mucho, sus asociaciones vecinales y sindicales harán, exactamente, lo mismo que hicieron con la huelga del 29 de septiembre del año pasado: olvidarse de la lucha, desmovilizar y firmar aquello que días antes, con huelga incluida, aseguraban que rechazarían. Igual que hicieron entonces, el papel de control que jugaron, en la huelga del 29-S, lo están comenzando a jugar otra vez en el robo de la sanidad. Que a nadie le quepa la menor duda que, si el Gobierno ha decidido tirar adelante con el proceso de ataque a la sanidad pública, es porque, de algún modo, ya lo tienen acordado con CC OO y UGT.

No obstante la envergadura que lleva quitarle la sanidad pública al pueblo, arrastra un peligro al que el “trío calavera” (patronal, Gobierno y ccoo-ugt) temen, por lo que, andan con pies de plomo. Y es que, en esta cuestión podrían, estarse pasando de “listos” y en el intento de este robo, quedarse con las manos “cortadas”. De ahí que estén sopesando el grado de indignación de la gente para ver si siguen adelante ó, si han de dar marcha a tras; con lo cual, si han de optar por huir del intento, les interesa que el “Ministerio Adjunto de Control y Desmovilización” (CC OO y UGT) se encuentren entre el pueblo movilizado para seguir camuflándose de su impostura y sirviendo al trío, viendo como apagar la mecha de la lucha.

Por suerte, tanto CC OO como UGT, ya están comenzando aparecer en la opinión, de una parte importante de la población, de forma desprestigiada, igual que ocurrió con la CNS (Sindicato vertical) franquista. De momento es una bola de nieve que sigue rodando y engordando, a la que le falta que entre todos le imprimamos mayor velocidad hasta conseguir un arrollador alud.

Mientras tanto la gente, mayoritariamente, no llegue a comprender y a tomar conciencia de quienes son sus verdaderos enemigos; estos dos estorbos, (CC OO y UGT) seguirán haciendo daño con el apoyo y la inestimable ayuda (en el arte de camuflaje y apariencia) que les prestan, la patronal y el Gobierno de turno, a través de sus potentes medios. Por eso es tan importante que, (quienes sabemos de lo que van estos dos sindicatos y asociaciones vecinales vinculadas a los grandes partidos políticos) hablemos claro y les denunciemos en todo momento para desenmascararles, de una vez por todas, delante de la sociedad. No podemos estar comenzando de nuevo constantemente. Ahí está la historia de estas últimas tres décadas y de esas traiciones recientes en la Reforma Laboral. No debemos olvidar. En todo momento, los hechos, han de ir con nosotros por delante.

*J. Estrada Cruz

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