lunes, 21 de febrero de 2011

Se mantienen colapsadas las Urgencias de los dos hospitales tinerfeños. Los pacientes se hacinan en los pasillos


Mientras algunos representantes sindicales indignos, desde su atalaya, se entretienen en el “juego de las negociaciones ficticias” con la Administración autonómica (aún siendo conscientes de que el tahúr que la representa tiene todas las cartas marcadas –cosa que, incluso, asumen cínicamente-), frivolizando así con la angustiosa e intolerable situación en que se están prestando los servicios públicos en este torturado territorio archipielágico y con la progresiva degradación de las condiciones laborales de las y los empleados públicos, los problemas sociolaborales no dejan de crecer y agravarse. A continuación, como “botón de muestra”, trascribimos un comunicado de la Federación de Salud de Intersindical Canaria sobre las condiciones inhumanas (para los usuarios y para el personal) en que se están prestando los servicios de atención sanitaria en las Urgencias de los dos Hospitales de referencia de la Isla de Tenerife…



Los servicios de Urgencias del Hospital Universitario de Canarias y del Hospital Nuestra Señora de La Candelaria, acusan desde hace varias semanas una peligrosa saturación que lleva a la necesidad de ocupar los pasillos de ambos servicios en los que los pacientes se hacinan dificultando sobremanera las actividades asistenciales del personal sanitario. Además, la saturación del espacio, impide a los pacientes el reposo y la más elemental privacidad, incrementando su elevando estado de ansiedad.  Como agravante de la situación, los recortes impuestos por el Gobierno a la sanidad pública, restringen la dotación de personal médico y de enfermería necesario, dándose todas las circunstancias para elevar el riesgo de fracasos asistenciales por la sobrecarga laboral del personal.

El proceso de drenaje deseable, queda interrumpido no sólo por el elevado número de personas que necesitan acceder a las Urgencias, sino principalmente y sobre todo, por la escasa dotación de camas existentes en las áreas de hospitalización que obliga  a mantener varios días a los pacientes  “almacenados” en espacios de tránsito sin habilitación para la asistencia. Pero esta situación tiene otros efectos colaterales como la suspensión de las intervenciones quirúrgicas programadas, al ser ocupadas por los pacientes de urgencias  las camas  inicialmente reservadas para ingresos quirúrgicos  que finalmente tienen que ser suspendidos y  pospuestos.

Como parches, en el HUC la dirección ideó un proyecto para habilitar un espacio anexo en la antiguas consultas externas, pero esta opción ha venido  tropezando con las limitaciones presupuestarias impuestas a la sanidad pública.  En el Hospital Ntra. Sra. de la Candelaria, han optado por crear otro apéndice al Servicio, derivando los pacientes a una planta habitualmente cerrada (la Baja norte) y la número 32 del Tórax.

Sin Hospitales Comarcales ni dotación económica

Aunque la masificación y bloqueo de los servicios de Urgencias es habitual, las autoridades sanitarias insisten en considerar estas situaciones como puntuales, con lo cual continúa haciendo caso omiso a las reivindicaciones sindicales y profesionales sanitarias para abordar un gravísimo problema  que se recrudece en la Isla de Tenerife. Al contrario de la búsqueda de soluciones efectivas que hagan realidad el teórico principio de derecho a la atención sanitaria con las suficientes garantías, la Consejería contesta a golpe de falsas encuestas sobre el “alto grado de satisfacción ciudadana” del servicio que recibe,  o cínicamente insiste que los recortes presupuestarios no van a ser percibidos por los ciudadanos. 

Los  reiterados retrasos y engaños del Gobierno  para ultimar  la construcción de los Hospitales del Sur y Norte de la Isla, vitales para reducir sensiblemente  la presión asistencial que sufren actualmente los dos centros de referencia, y la drástica rebaja de inversiones  realizada por el gobierno durante dos años consecutivos, son el pesado lastre que continúan teniendo como resultado la prestación de un servicio indigno e inaceptable en las urgencias hospitalarias de los dos hospitales de la Isla y en la mayoría del sistema público sanitario.

*Cati Darias Delgado (Federación de Salud de Intersindical Canaria)



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