MÁS allá de los resultados del espantajo electorero que nos tenían montado para distraernos otros cuatro años más, el Movimiento 15-M ha mostrado su disposición a seguir en la lucha, o al menos así se ha manifestado en las Asambleas de Canarias, en busca de unos objetivos que este Sistema, aquí y ahora, hoy, mañana ni nunca estará dispuesto a atender. Ni en España, ni mucho menos en esta colonia archipielágica...
Una vez cerrado el telón, tras el último acto de este vodevil que se celebra cada cuatro años, al que cínicamente llaman "fiesta de la democracia", ha llegado el momento de inflexión: o el Movimiento busca apoyos entre las organizaciones y colectivos Antisistema con organización, experiencia y capacidad de resistencia (sindicales, sociales, políticas...), o se tendrá que aprestar a recibir "palos" del Sistema por todos lados.
Las organizaciones de la izquierda sindical canaria, por nuestra parte, no podemos permitir que este magnífico movimiento de insumisión sea barrido: tenemos que acudir allí, donde está la gente dispuesta a resistir y continuar, y mostrarles nuestro apoyo decidido. En ello nos va nuestro propio interés de Clase.
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