Para quienes lo desconozcan, en esa época una reivindicación central de los trabajadores y trabajadoras de la enseñanza a nivel del Estado y de su sindicato mayoritario en Canarias, el STEC, era la lucha por conquistar la homologación económica con el resto del funcionariado (cuya diferencia económica estaba en unas sesenta mil pesetas mensuales). Y, en torno a esa reivindicación, se organizó desde la Confederación de STEs la “Campaña por la Revalorización Social del Trabajo Docente” para que se abriera un debate en el seno de nuestra sociedad sobre esa necesidad. Se le presentó a la Consejería de Turismo del Gobierno de Canarias la idea de la elaboración de un billete (similar a los que expedía la compañía Iberia), que se distribuiría a la totalidad de las familias y del alumnado de todos los centros públicos del Estado (diez millones de billetes se editaron a tal fin), así como otro dirigido al conjunto del profesorado (del cual se editaron 500.000) y además 50.000 carteles con el slogan “Con la ayuda de mi profe volaré con mis propias alas”, que se colocaron en todos los centros públicos. Todo ello en castellano, catalán, euskera y gallego, conteniendo un decálogo de medidas para mejorar la educación. En todos los actos que se realizaron en esta campaña se hizo difusión de Canarias como destino turístico y de la Consejería de Turismo del Gobierno Canario, como patrocinadora de la misma. La Consejería cumplió con su compromiso financiero y la Confederación de STEs también cumplió con el suyo de distribuir los materiales y hacer mención del patrocinador en sus actos.
Como consecuencia de aquella campaña innovadora desarrollada a nivel estatal, de la recogida en Canarias de más de 17.000 firmas de una Iniciativa Legislativa Popular por la Homologación, impulsada por el STEC y, fundamentalmente, de la lucha y la movilización del profesorado canario, así como de la existencia de un modelo de sindicalismo autónomo y asambleario, mayoritario en el Archipiélago, representado por el Sindicato de Trabajadores de la Enseñanza de Canarias (STEC), se conquistó ese mismo año la homologación económica del profesorado con el resto del funcionariado, sin sexenios ligados a exigencias de formación y sin contrapartida alguna, porque de una deuda se trataba, y en el plazo de 4 años, a razón de un aumento de 15.000 pesetas al mes cada año, alcanzamos las 60.000 pesetas mensuales de homologación en el año 1994, para la totalidad del profesorado canario, tanto de carrera como interinos. Mientras en el resto del Estado, con otro tipo de sindicalismo mayoritario, se impuso el sistema de sexenios, ligados a formación y del cual se excluyó al profesorado interino.
En el año 2003 la Confederación de STEs publicó 20.000 ejemplares del libro "Sindicalismo autónomo y asambleario en la enseñanza. 25 años y más", (que se puede bajar en PDF de la siguiente dirección http://www.stecyl.es/Historia/25a.pdf ) donde se recoge la información de esta campaña en sus páginas 76 y77, así como la cantidad y el origen de la financiación de la misma.
En estos momentos, a quince días de unas elecciones municipales y autonómicas, con fines claramente electoralistas y propiciando un balón de oxígeno a un Gobierno que ha fracasado también en sus políticas económicas y de empleo, se acaba de firmar una renovación del “Pacto Social por la Economía y el Empleo” y un “Pacto por la Sostenibilidad de los Servicios Públicos”, entre CC.OO y UGT, los empresarios y el Gobierno Canario, hurtando así el derecho a la negociación a la Mesa General de Empleados públicos, en donde Intersindical Canaria y su Federación de Enseñanza, el STEC-IC, se han opuesto a la firma de acuerdo alguno que signifique recortes en los servicios públicos de Educación y Sanidad y con el agravante de que su firma está ligada –entre otras prebendas- a la contrapartida, aún sin concretar, de liberaciones sindicales para los firmantes.
Parece que la continuada denuncia de estas prácticas, unido todo ello a la convocatoria de una manifestación a las seis de la tarde en Santa Cruz de Tenerife para el próximo jueves, 12 de mayo, en defensa de “una educación de calidad”, ha hecho que algunos se hayan puesto nerviosos (bien desde el propio poder bien desde sus acólitos) y se dediquen, de forma anónima, a lanzar infundios contra la organización que les es molesta y con la que quisieran acabar de cualquier manera. ¡Qué casualidad!
Pero el STEC-IC no se va a quedar de brazos cruzados ante estas difamaciones, sino que va a ponerlas en manos de la justicia para que salga a la luz el anónimo denunciante y se evidencien sus intereses espurios. Y por otra parte, como ha venido haciendo desde hace más de tres décadas, el STEC-IC va a seguir reafirmándose en su denuncia contra los retrocesos en materia educativa que estamos sufriendo, evidenciando las connivencias antisociales entre algunas organizaciones y el Gobierno Canario, y, en definitiva, luchando por una enseñanza pública y de calidad. No nos van a hacer callar, porque no les tenemos miedo. Y no les vamos a permitir que nos sigan faltando al respeto.
*Manuel Marrero (Miembro del Secretariado Confederal de Intersindical Canaria)
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