Cuis-CANARIAS

"¿Seguro que no lo leiste el 28 de diciembre? Eso tiene que ser una inocentada. Es imposible que el Momo sea tan torpe como para hacer algo así en fechas preelectorales". Así de chafado me dejó el amiguete al que le comuniqué en primer lugar el affair del policía  que osó multar al coche del alcalde de Las Palmas de G.C. por aparcar en un vado para ambulancias y fue sancionado por semejante atrevimiento. Pero no, no era ninguna inocentada, ni un bulo, ni nada por el estilo. Como después se supo, el episodio sucedió realmente. Según informó la siempre sospechosa prensa institucional,  el escolta del  primer edil advirtió  al atrevido agente local del jardín en el que se estaba metiendo y éste le respondió que "ya sabía que era el coche del alcalde y le daba igual". "Que lo aparque bien, que el reservado de ambulancias es sagrado y él tiene dinero para pagar las multas" - sostienen que contestó el ingenuo agente que se había creído el cuento chino de que la ley es igual para todos. Cuentan también que el hombre acabó de "buscarse la ruina" al espetarle al escolta "si es carota el alcalde éste, ellos comiendo en buenos restaurantes y los demás a pagar".

Total, que la broma le ha costado de momento un expediente disciplinario y un mes de suspensión. Preguntado sobre este episodio, el ínclito Jerónimo Saavedra manifestó, quedándose más pancho que ancho, que no estaba dispuesto a tolerar a "policías anarquistas". Vamos, que para el alcalde cultureta las doctrinas libertarias se reducen a no saber quién es el que manda, incluso por encima de las leyes. Toda una perlita del matador melómano. De todas formas, confieso que – abrumado como todos por el aluvión de noticias que cada día nos cae encima-  me había olvidado de este asunto. Me lo recordó la otra noche, sin embargo, uno de esos periodistas cuya adscripción incondicional a los “suyos” los convierte en muñecos mediáticos aburridamente previsibles.

En la charleta que cada día mantiene con Juan García Luján, el vocero del PSOE y director de Canariasahora.es Carlos Sosa defendió que el anarcón se había llevado su merecido. A quién se le ocurre – sostuvo el sociata textualmente - multar a otro policía local y encima faltarle al respeto a su jefe. “Pero esto qué es. Que se aguante por…”  - y aquí el tipo se cortó un pelillo- .

Dios nos cuide de estos “progres” el día que vengan a por nosotros…

*Canarias-Semanal.