sábado, 11 de junio de 2011

El "anti-sindicalismo", o cómo al Gobierno y la Patronal les interesa meter a todos en el mismo saco de mierda

La existencia de auténticos y combativos Sindicatos de Clase es una conquista histórica del movimiento obrero y los trabajadores en general que ha costado mucha sangre, sudor y lágrimas. Los nazis, los fascistas, y en el concreto caso del Estado español, los falangistas-franquistas odiaban a los Sindicatos de Clase, por eso se propusieron destruirlos...


A los intereses del Sistema conviene mantener desorientado al movimiento popular con consignas falaces que hunden sus raíces en planteamientos reaccionarios de toda la vida; consignas tipo "todos son lo mismo, y si no lo son, lo serán...", pues esta es la mejor manera de crear desaliento, y por consiguiente (a medio plazo) desmovilización



No hay mejor noticia para un Patrón (o una Administración, en su calidad de "Empleadora") que enterarse de una eventual inexistencia de Sindicatos de Clase en "su Empresa". Por eso, desde los inicios del movimiento obrero, el Estado-Patronal-Jerarquía eclesiástica se dedicaron en cuerpo y alma a hacerlos desaparecer, o en su defecto, a corromperlos. Así nació el llamado "sindicalismo amarillo", que hoy encarnan, entre otros, CCOO y UGT.

Pero una persona a la que se presupone cierto nivel de cultura, debe tener un equivalente nivel de pensamiento crítico: no es admisible confundir la velocidad con el tocino, ni mezclar churras con merinas: meter "a todos los Sindicatos" dentro del mismo saco de mierda, sin querer percatarse de las esenciales diferencias que existen entre los sindicatos combativos (los de Clase) y los amarillos, es hacerle el trabajo sucio al Gobierno y la Patronal.

Nosotros no comulgamos con esas ruedas de molino...

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Tu comentario se publicará una vez visto por el Moderador. Gracias por escribir. Ahul