Por supuesto, para el común de los mortales resulta preocupante, en términos de recuperación del Archipiélago, que al contrario de lo que ha ocurrido en España durante el último mes de Julio, el desempleo crezca en Canarias, precisamente cuando el turismo (con mucho, el subsector más importante de nuestra economía) parece haber escapado del difícil contexto. Como expusimos, el presidente del Ejecutivo autonómico, que lleva tiempo intentando vender la mejora socioeconómica de Canarias (para cuyo fin no escatiman esfuerzos, entre otros siervos, el sindicato español CCOO -ver: http://cuis-canarias.blogspot.com/2011/07/datos-epa-canarias-termina-el-segundo.html-), se refirió ayer a este hecho: «Es una contradicción que aumenten el turismo y el paro», comentó en declaraciones que recogió la Agencia Ep.
Al Sr. Rivero y demás tiralevitas convendría recordarles algunos datos que permiten explicar el motivo de tal "contradicción", permítannos señalar uno: La circunstancia (por todos conocida -incluso Paulino-) de que las grandes cadenas hoteleras que operan en Canarias, así como las intermediarias dentro del subsector (Touroperadores) sean fuereñas, sin ningún tipo de control normativo interno que las obligue a reinvertir en esta tierra ganancias, o a mantener unos niveles mínimos de calidad. De tal manera (por utilizar un ejemplo típico) que resulta usual la siguiente imagen/tipo: Turistas alemanes que pagan 700 euros/persona por 14 días a media pensión y vuelo de ida/vuelta a Tenerife (Puerto de la Cruz) en un Hotel de 4 o 5 estrellas (perteneciente, naturalmente, a una cadena trasnacional). Naturalmente, los Empresarios dueños del negocio pretenderán obtener beneficios netos de esa transacción: ¿Se puede crear empleo con esos precios...?.
Es evidente que la estrategia de turismo masivo a precios bajos, en un escenario de costes altos, es un factor que invita a los empresarios a operar con las plantillas laborales al mínimo, y a presionar a su personal para trabajar más, cobrando menos.
Sumemos a ello la histórica cortedad de miras (el llamado "cortoplacismo") de las Burguesías canarias (ni siquiera han sido capaces de crear una Patronal que agrupe el subsector a nivel nacional), y nos encontraremos con que el panorama del sector turístico no puede resultar más desalentador: el turista se encuentra, cada día con más frecuencia, con un servicio de peor calidad, coherente con una estrategia suicida consistente en obtener el máximo beneficio al costo que sea (incluida la ruina a medio plazo del subsector), por lo que la política de fidelización de visitantes es nula.
Y por si ello fuera poco, las oligarquías insulares lanzadas sin control a macroproyectos destructores del territorio (Trenes, Puertos, Plantas Regasificadoras -auténticas bombas-, etc...) y por consiguiente, destinados a matar definitivamente "la gallina de los huevos de oro": así nos va a ir... Si es que lo permitimos, claro.
Al Sr. Rivero y demás tiralevitas convendría recordarles algunos datos que permiten explicar el motivo de tal "contradicción", permítannos señalar uno: La circunstancia (por todos conocida -incluso Paulino-) de que las grandes cadenas hoteleras que operan en Canarias, así como las intermediarias dentro del subsector (Touroperadores) sean fuereñas, sin ningún tipo de control normativo interno que las obligue a reinvertir en esta tierra ganancias, o a mantener unos niveles mínimos de calidad. De tal manera (por utilizar un ejemplo típico) que resulta usual la siguiente imagen/tipo: Turistas alemanes que pagan 700 euros/persona por 14 días a media pensión y vuelo de ida/vuelta a Tenerife (Puerto de la Cruz) en un Hotel de 4 o 5 estrellas (perteneciente, naturalmente, a una cadena trasnacional). Naturalmente, los Empresarios dueños del negocio pretenderán obtener beneficios netos de esa transacción: ¿Se puede crear empleo con esos precios...?.
Es evidente que la estrategia de turismo masivo a precios bajos, en un escenario de costes altos, es un factor que invita a los empresarios a operar con las plantillas laborales al mínimo, y a presionar a su personal para trabajar más, cobrando menos.
Sumemos a ello la histórica cortedad de miras (el llamado "cortoplacismo") de las Burguesías canarias (ni siquiera han sido capaces de crear una Patronal que agrupe el subsector a nivel nacional), y nos encontraremos con que el panorama del sector turístico no puede resultar más desalentador: el turista se encuentra, cada día con más frecuencia, con un servicio de peor calidad, coherente con una estrategia suicida consistente en obtener el máximo beneficio al costo que sea (incluida la ruina a medio plazo del subsector), por lo que la política de fidelización de visitantes es nula.
Y por si ello fuera poco, las oligarquías insulares lanzadas sin control a macroproyectos destructores del territorio (Trenes, Puertos, Plantas Regasificadoras -auténticas bombas-, etc...) y por consiguiente, destinados a matar definitivamente "la gallina de los huevos de oro": así nos va a ir... Si es que lo permitimos, claro.
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