La aprobación del decreto ley que aprueba el plan de ajuste, con que el gobierno del estado ha iniciado su política de recorte de derechos económicos y sociales, finalmente se hizo efectiva, el 27 de mayo, con la complicidad vergonzosa del grupo de Coalición Canaria que, con su abstención en el Congreso de Diputados, permitió que se consolide este atentado contra los derechos y conquistas de los trabajadores y las trabajadoras y los sectores más desfavorecidos de nuestra sociedad.
El apoyo de este supuesto partido nacionalista a las políticas que, desde la derecha españolista (PSOE Y PP), perjudican al pueblo canario, no nos sorprende en absoluto. En realidad, van en la misma línea de deterioro de los servicios públicos que vienen practicando en todos estos años de desgobierno en el archipiélago, en los que se han dedicado a desmantelar los servicios de salud y educación por medio de la privatización encubierta. Desde ahí se entiende la propuesta de “copago” de la sanidad que los impresentables lideres de CC han planteado y, si revisamos, va en la misma línea de las propuestas de Zapatero; es decir, debilitar lo público y cargar el peso del déficit en la clase trabajadora, lo cual, en Canarias, dadas las condiciones de mayor pobreza y marginación social, es más grave todavía.
Es incomprensible e inadmisible que, en Canarias, donde la pensión media, calculada a Mayo de 2010, es de 731 euros, cantidad que supone un 17,64% menor del promedio del estado, que está en 882,27 euros, Coalición Canaria traicione de esta manera a su pueblo, apoyando una congelación de las pensiones, cuando la propuesta lógica debería ser, en todo caso, equipararlas con el resto del Estado.
No obstante, el cinismo e hipocresía con que nos han aburrido hasta la saciedad esta última semana ha llegado a límites intolerables; porque no pueden, por una parte criticar las medidas en contra de los trabajadores y las trabajadoras propuestas por Zapatero para, inmediatamente después, apoyar su aprobación al negarse a votar contra ellas. Lo cual demuestra que finalmente, los grupos políticos con representación parlamentaria, no se diferencian unos de otros absolutamente en nada y, simplemente, sirven a los intereses de la clase dominante.
Desde Intersindical Canaria, hace tiempo que hemos planteado que la lucha política debe darse en la calle, defendiendo palmo a palmo lo que los poderosos nos arrebatan desde los espacios de decisión política. Es por eso que ya hemos planteado, y estamos trabajando, en la perspectiva de una Huelga General Canaria a favor del empleo seguro y de calidad; a favor de los derechos de todos los trabajadores y las trabajadoras, sean públicos o privados, y exigiendo no solamente el cambio de políticas sino la renuncia de todos los políticos que han puesto a la nación canaria en la situación que se encuentra actualmente.
*Secretariado Confederal Nacional de Intersindical Canaria