martes, 15 de junio de 2010

Cuando la superchería es norma de conducta

En declaraciones a Catalunya Ràdio recogidas por Efe, el dirigente de CiU, Duran, ha denunciado que el Gobierno, para no quedar mal con el conjunto de la clase trabajadora, en la propuesta de reformas distribuidas para su "discusión" con los diferentes grupos parlamentarios no se incluyeron directamente determinadas medidas, pero "por detrás" invita a CiU (y a otros Partidos) a "apretar" para que se incluyan en el texto que finalmente apruebe la "reforma".

Tales "nuevas" medidas (por otro lado perfectamente anunciadas, inicialmente mediante "globos sondas", y ahora de formal verbal, por parte de los Ministros de Economía y de Trabajo) consisten, entre otras (y remitiéndonos a las dos "imprudentes filtraciones" que se le escaparon a Duran) en:

-Sustancial desregulación y facilitación del despido procedente: se acabarán las medias tintas. Los antiguos y farragosos ERE para desprenderse de plantillas, pasarán a la historia. Se impondrá la posibilidad de que la Empresa proceda al despido procedente de sus trabajadores (de forma individual o colectiva), sólamente con que "acredite pérdidas" económicas durante 6 meses. ¿Se acuerden ustedes de aquellas exigencias legales acerca de que la acreditación de pérdidas tendría que hacerse con base a varios ejercicios económicos anuales, y además se exigían a la patronal "planes de viabilidad" y otras "molestas gestiones", para que pudieran desprenderse de las y los trabajadores "molestos" (en primer lugar, los de más antigüedad, que son los más caros y "resabiados")?. Pues podemos irnos olvidando de eso.

-Abaratamiento brutal del despido, que además, en una parte sustancial, será subvencionado por el estatal "Fondo de Garantía Salarial" (como expusimos en un trabajo anterior, a "eso" se añadirá, a partir del año que viene, la subvención directa del trabajador de su propio despido (en otra parte sustancial), a través del procedimiento de "capitalización austriaco".

Más tarde, en la misma Radio, el propio Josep Antoni Duran Lleida advertía al Gobierno español de que no piensa compartir el "coste político" que pueda derivarse de una reforma laboral que incorpore medidas impopulares. Pero ya sabemos cómo hay que entender los mensajes que lanza la burguesía catalana (al final, se compartirá "el coste político" -sin duda alguna- si el Gobierno paga el precio adecuado).

En lo que se refiere a la delegación de canarios de servicio en las Cortes Generales, aunque no han cometido la imprudencia de dar a conocer el contenido de las propuestas que les han sido trasladadas (su servilismo exacerbado les hace "estar en guardia" en todo momento, ante los medios), resulta evidente que firmarán dos veces si preciso fuera, una "reforma laboral" que vaya mucho más allá de aquellas medidas que se han incluido en la inicial propuesta del Gobierno (Coalición Canaria y sus voceros no han parado de calificar de "tímidas", tales propuestas...).

Mientras tanto, CCOO y UGT se mantienen "a la espera" de que los hechos sean consumados. La eventual convocatoria de "Huelga General" queda, de momento, en el aire. Incluso algún alto dirigente ha venido a insinuar que ésta podría posponerse "al próximo otoño" (o sea, podrían permanecer "esperando a la caida de la hoja").
 
Seguiremos informando.