El portavoz autonómico responde a los pescadores canarios que se resignen

El portavoz del gobierno autonómico, Martín Marrero

EL portavoz del Gobierno de Canarias, Martín Marrero, ha pedido a los pescadores artesanales que “entiendan” que “por encima de las circunstancias particulares ha de prevalecer la prestación de los servicios públicos esenciales”, tras el Consejo de Gobierno celebrado en la mañana del Viernes en Las Palmas de Gran Canaria...




Unos 400 pescadores se han manifestaron ante la sede de Presidencia del Gobierno de la capital grancanaria en protesta por la política pesquera del Ejecutivo autonómico. El presidente de la Federación de Cofradías de Las Palmas, Gabriel Jiménez, denunció que el Gobierno autonómico “parece que quiere hacer desaparecer el sector pesquero en Canarias”. Los pescadores artesanales denuncian el recorte “drástico” en las partidas destinadas a las cofradías canarias, cuya subvención pasó a ser de 600.000 euros en 2010 a unos 216.000 este año y que, según recuerda, está derivando forzando al cierre de muchas de ellas.

Martín Marrero escuda la política de estrangulamiento del sector pesquero artesanal canaria con base al argumento de que "la situación de crisis económica que han soportado las administraciones públicas durante los últimos años, ha disminuido de forma 'progresiva' los presupuestos. Afirmó igualmente que esos recortes “no se han hecho de manera aleatoria”, sino que se ha priorizado garantizar la prestación de los servicios públicos “esenciales”, que son la Educación, la Sanidad y los Servicios Sociales, apuntó. Lo que olvidó añadir el portavoz del ejecutivo "regional" es que, precisamente, esos servicios esenciales también han sido objeto igualmente de brutales recortes presupuestarios, lo que contrasta con la política de gubernamental dispendios en otras áreas y actividades para nada esenciales ni productivas, así como la intolerable política de exención y desvío de impuestos que se aplica a las Empresas mediante instrimentos tales como la Reserva de Inversiones de Canarias (RIC), que al permitir el desvío de hasta el 90% del Impuesto de Sociedades, ha producida una gigantesca bolsa de miles de millones de euros que debieron ser recaudados para el erario público y que han terminado en inversiones especulativas, o simplemente "desapareciendo", por lo que la carga impositiva sigue recayendo esencialmente entre los más pobres (entre ellos el sector de la pesca artesanal).