domingo, 25 de septiembre de 2011

Canarias espera cerrar el año con entre 11 y 12 millones de turistas y más del 30% de población activa desempleada

Enterrar las Islas en cemento, no es precisamente una política inteligente de fidelización turística
El número de turistas anuales sextuplica con creces la población del Archipiélago, pese a lo cual los niveles de desempleo siguen disparándose

La clave consiste en que el subsector está en manos de multinacionales foráneas y especuladores que no reinvierten las ganancias en el desarrollo de las Islas

El Gobierno de Canarias, ante los últimos datos de llegada de turistas del mes de agosto [más de 1 millón de turistas, un 5,23% más que el mismo mes del año pasado], ha esperado poder cerrar el año con entre 11 y 12 millones de turistas recibidos.

"En lo que va de año han llegado a Canarias prácticamente 7,8 millones de turistas. Por tanto, es posible mantener la expectativa de que el año se pueda cerrar entorno a los 11 y 12 millones de turistas", manifestó este viernes el portavoz del Gobierno autonómico, Martín Marrero...

Turismo de masas no es sinónimo de bienestar para este pueblo
En tal aspecto, el Gobierno canario destacó que el Reino Unido sigue siendo el principal mercado de las islas con un aumento del 15%, hasta los 323.000 turistas, seguido por Alemania, que con un incremento del 13%, trajo al archipiélago 191.000 turistas.

El turismo de masas, tal como está concebido el sector en Canarias no sólo no es sinónimo de riqueza y bienestar social para este pueblo, sino además tampoco lo es de fidelización. El "maná" que vive ahora Canarias puede invertirse por un movimiento geopolítico en el África más cercana o más lejana, o por una catástrofe natural. La masificación tiene esa peculiaridad: riadas de personas que entran y salen de los aeropuertos a la búsqueda de sol y playa, y sin hacerse muchas preguntas sobre el lugar al que llegan. Puede darse hasta el caso de que aborden su semana o quincena sin apenas salir de sus hoteles temáticos (con piscinas para todos los gustos, spa, animaciones varias, degustaciones gastronómicas...), o con salidas puntuales a la playa más inmediata. Los capitales que se generan con esta actividad no se reinvierten en esta tierra, como resulta ser notorio.

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